sábado, 20 de junio de 2009

LLEGÓ EL GRAN DÍA PARA EL NUEVO MUSEO DE LA ACRÓPOLIS


El gran sueño de Melina Mercuri, la última diosa griega, está un poco más cerca de convertirse en realidad. El Nuevo Museo de la Acrópolis, espacio especialmente ideado para albergar los mármoles del Partenón, se inaugura hoy mismo en Atenas. La inexistencia en la capital griega de un lugar adecuado para la exhibición y conservación de los frisos ha sido durante años la principal excusa británica para no devolver a Grecia las históricas piezas. Superado este obstá
culo con la construcción del nuevo museo, el British Museum ofreció un humillante préstamo temporal de los mármoles a cambio de que Grecia reconociera que son propiedad de la institución londinense. Menos mal que Samarás, el ministro griego de Cultura, dijo que eso sería "como legalizar el expolio llevado a cabo por Thomas Elgin", porque de haber aceptado la propuesta inglesa, Melina se habría revuelto en su propia tumba y Atenas entera se habría visto sacudida por un terremoto político y quién sabe si también natural, que Melina es una diosa y ya se sabe que los dioses no se andan con bromas a la hora de expresar su ira. Si los mármoles regresan algún día, que sea para siempre.


A lo que iba: que hoy tenemos inauguración en Atenas por todo lo alto. El presidente Papulias será el anfitrión del acto al que asistirán destacadas personalidades de todo el mundo, jefes de Estado y de Gobierno (entre ellos, si no estoy mal informado, el turco), ministros y altos funcionarios de organizaciones internacionales. El acto, con un par de sorpresas anunciadas incluídas, comenzará a las 20:00 (hora local), o sea, a las 19:00 (hora de Madrid), y los lectores de este blog lo podéis seguir en directo pinchando aquí.


El Nuevo Museo de la Acrópolis, que pude visitar parcialmente el pasado verano, es un enorme edificio de vidrio, hierro, cemento y mármol situado a los mismos pies de la roca sagrada, casi pegado a la Embajada de España. No exento de críticas y polémicas, el nuevo museo se constituye como uno de los primeros símbolos de la Grecia del siglo XXI .


Diseñado por el arquitecto franco-suizo Bernard Tschumi (quien por cierto sugirió la demolición de los edificios que median entre el nuevo museo y la colina de la Acrópolis), el Nuevo Museo de la Acrópolis ofrece, desde su interior bañado en luz, una incomparable vista panorámica sobre el Partenón. Se compone de tres plantas, alcanzando una altura máxima de 23 metros, y dispone de más de 14.000 metros cuadrados de espacio de exposición.


Las primeras excavaciones para la construcción del museo, en 1999, dejaron a la luz la existencia de importantes restos arqueológicos que fueron motivo de una gran polémica, con acciones judiciales incluídas, sobre la conveniencia de encontrar otra ubicación al edificio. Finalmente, el proyecto de Tschumi incluyó un sistema para integrar esos restos, que se pueden ver a través del suelo transparente del museo.


En la primera planta se hallan expuestas cerámicas, bajorrelieves y esculturas provenientes de los lugares de culto ubicados originalmente en las vertientes de la Acrópolis.


Una rampa de vidrio, custodiada por las cariátides del Erecteión, nos permite acceder a la segunda planta, en la que se exponen esculturas arcaicas (de entre los años 800 a 500 a.d.C) del Erecteión, el templo de Atenea Niké y de la entrada monumental del templo: los Propileos.


La tercera planta es el punto culminante del edificio, allí, según el director del museo, Dimitris Pantermalis, "la luz natural revela los colores y el volumen plástico de los frisos, las metopas y los frontones del templo". Tras una serie de negociaciones, los arqueólogos griegos optaron por la reconstrucción del friso del Partenón gracias a la integración de algunos vestigios conservados en Atenas y copias de algunas placas, cuyos originales se encuentran en el Museo Británico de Londres.


Aunque nunca olvidaré el encanto del antiguo Museo de la Acrópolis (un museo cuya visita era inexcusable cada vez que me dejaba caer por Atenas), confío en que el Nuevo Museo acabe por convencer a los directivos del British Museum de la necesidad de que los frisos del Partenón vuelvan a estar bañados, en esa tercera planta, por la simpar luz del Ática. Seguro que entonces Melina, la última diosa griega, bajará del Olimpo, cuando se haya marchado el último visitante, y vagará, complacida, entre los mármoles y las estatuas del nuevo museo.



Nuevo Museo de la Acrópolis
Construcción y traslado de las piezas


Fuentes:
bbc.co.uk
tanea.gr
abc.es
diario.com.mx

Algunos artículos interesantes:
¿Debe el Museo Británico devolver las joyas griegas?
Un Partenón de cristal para los mármoles exiliados
Δημοσίευμα του περιοδικού Newsweek για το Νέο Μουσείο Ακρόπολης