domingo, 11 de noviembre de 2012

DOS VECES EXTRANJERO


Dos veces extranjero fue una de las exposiciones que no quise dejar de ver durante mi reciente escapada a Atenas. La muestra se anunciaba en varias emisoras de radio de la capital y acudí al edificio central del Museo Benaki con la idea de que iba a contemplar una exposición fotográfica centrada en el intercambio de población que, como consecuencia del Tratado de Lausana, llevaron a cabo Grecia y Turquía en 1923. 

En realidad, la exposición  consistía en la proyección simultánea de varios documentales en un espacio absolutamente oscuro que obligaba al visitante a centrar su atención en lo que mostraba cada una de las pantallas. En cada uno de los reportajes, el visitante se encontraba frente a varias personas que relataban en primera persona terribles historias de separación, dolor y desarraigo; de sociedades disueltas de un plumazo, de abandono forzado e incomprensible de la tierra que durante generaciones había constituido su hogar y su patria. Muchos de ellos habían pasado, de repente, a ser extranjeros en su propia tierra y serían considerados también extranjeros e indeseables en la nueva patria de acogida.


El testimonio de una mujer expulsada del Ponto

Ciertamente, la exposición comenzaba con el intercambio de población entre Grecia y Turquía en 1923; pero otros documentales hablaban también del desplazamiento de poblaciones entre Polonia y Alemania tras el final de la II Guerra Mundial; entre la India y Pakistán tras la independencia de este último en 1947, para terminar mostrando testimonios del más reciente de los conflictos: la invasión de Chipre por el ejército turco y la posterior división de la isla.

Lo que me pareció realmente valioso de estos documentales (especialmente aquellos que abordaban los conflictos entre Turquía y Grecia) era el hecho de que mostraran testimonios de individuos pertenecientes a las dos comunidades. Especial impacto me causaron tanto las declaraciones de una familia turca que se había visto obligada a abandonar su hogar en Tesalónica como las de un greco-chipriota cuya familia había sido expulsada del Ponto en 1922 y, tras establecerse en Chipre, tuvo que abandonar nuevamente su hogar en el norte de la isla tras la invasión de 1974


Unas cortinas constituidas en pantalla de un documental

Un guiño a la reconciliación y a superar odios y rencores, especialmente dedicado a las nuevas generaciones, constituía una de las proyecciones que, enmarcada en un espacio formado por una hermosa alfombra oriental y vaporosas cortinas, narraba la historia (en griego e inglés alternativamente) de dos jóvenes amigas de Esmirna, una griega y otra turca, que se despiden en 1922, cuando la familia de la primera es obligada a abandonar la ciudad. Las dos realizan la promesa de volver a encontrarse allí en cuanto pase la guerra, pero el reencuentro no se producirá hasta varias décadas después, cuando la nieta de la joven griega visite la  İzmir turca y, siguiendo las indicaciones de su abuela, se encuentre, entre lágrimas de emoción, con la nieta de la amiga turca de su abuela. La misma emoción que encontré en los rostros de algunos visitantes de la exposición, posiblemente descendientes de aquellos griegos que fueron obligados a abandonar sus hogares en las tierras de Asia Menor hace ya 90 años. 

Proyección del documental "La Promesa"

Había también en el espacio de la exposición un árbol artificial de cuyas ramas colgaban fotografías de algunas de las familias que se vieron afectadas por aquellos intercambios de población. En esas mismas ramas podían los visitantes de la muestra colgar su opinión escrita sobre la misma. Una exposición que deberían ver todos los griegos, especialmente aquellos que, hoy en día, ofrecen su voto a formaciones políticas que basan su programa en la amenaza y el ataque a aquellos que han llegado al país desde otras tierras con la esperanza de encontrar una vida mejor.   


De un árbol artificial colgaban fotografías y mensajes

La exposición Dos veces extranjero está organizada, entre otros, por la Universidad de Oxford, el Museo Benaki de Atenas, el Museo Leventis de Nicosia y la Universidad  turca de Istanbul-Bilgi en colaboración con la Fundación A.G. Leventis, el Instituto Goethe, el Instituto Británico, el Palacio de la Música de Atenas, el Consejo Griego para los Refugiados y el Centro de Estudios de Asia Menor. Dos veces extranjero ya ha sido presentada en Estambul y Nicosia, y se presenta en Atenas, hasta el próximo 25 de noviembre, coincidiendo con la conmemoración de los 90 años de la Catástrofe de Asia Menor. Posteriormente, la muestra viajará a Estocolmo y Luxemburgo.

También en el marco de la exposición se organizan actividades como:
*Proyección de documentales a comunidades de refugiados.
*Un día dedicado a Dos veces extranjero en el Palacio de la Música de Atenas con conciertos sobre la música y las tradiciones de Asia Menor.
*Jornadas gastronómicas sobre la cocina tradicional de Asia Menor.
*La edición especial de un libro infantil que llevará por título La Promesa (Ediciones Potamós) que incluirá material fotográfico inédito. 


Dos veces extranjero - Museo Benaki
Koubari, 1 - Atenas
Tel.: 210 3671 015
Hasta el 25 de noviembre


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