lunes, 28 de julio de 2008

STELIOS KAZANTZIDIS: LA VOZ DE GRECIA



Cuando tenía
nueve o diez años, una enfermedad me obligó a pasar varias semanas en cama. Un familiar tuvo la idea de regalarme un transistor de radio de ondas cortas con el que podía escuchar, con mejor o peor calidad de sonido, emisoras de radio de casi todos los países del mundo. Fue entonces cuando me convertí en oyente asiduo de Η Φωνή της Ελλάδας (La Voz de Grecia) y comencé también a familiarizarme con otra voz, una voz masculina y potente que, sin embargo, expresaba claramente en su tonalidad y en su modulación un permanente lamento, una profunda tristeza, incluso cuando estaba acompañada por las alegres cuerdas de un bouzouki o por una festiva melodía. Aquella voz se convirtió para mi en "la voz de Grecia". Era la voz de Stelios Kazantzidis.


Stelios Kazantzidis fue uno de los pocos intérpretes musicales que se ganaron de manera indiscutible el título de cantante popular, siendo idolatrado hasta el fanatismo. Kazantzidis entró de tal manera en los corazones y en las casas de los griegos en los años 50 y 60 que me atrevería a decir que, hasta hace bien poco tiempo, no había ni un solo hogar en el país en el cual no se pudiera encontrar una cassette, un vinilo o un Cd suyo.

Con una voz siempre conmovedora, Kazantzidis consiguió expresar las inquietudes, los miedos, los problemas y también las esperanzas de toda una generación de personas para las que la supervivencia era su mayor preocupación. Seres marginados social y económicamente, refugiados de las tierras griegas perdidas, trabajadores, luchadores cotidianos todos ellos, buscaban en las canciones del gran Stelios el alivio y el consuelo que necesitaban para enfrentarse a las dificultades de cada día.


Nace Stelios Kazantzidis el 29 de agosto de 1931 en Nueva Jonia, un suburbio del norte de Atenas creado expresamente para albergar a los numerosos refugiados del Asia Menor, como lo eran sus progenitores (su padre, concretamente, procedía del Ponto, en la actual costa nororiental de Turquía). De su madre y de su abuela aprende muchas canciones sobre la ξενιτιά , la vida de los griegos desarraigados que vivían lejos de sus tierras de origen. Aprende también de su abuela la técnica para incluir el κλάμα (lamento o llanto) en su forma de cantar.

Queda Kazantzidis huérfano de padre a los 14 años, viéndose obligado a trabajar en fábricas, en la construcción o incluso como vendedor callejero para mantener a su familia. Canta mientras trabaja en una empresa, convirtiéndose en la admiración de sus compañeros e incluso de su propio jefe, que decide regalarle una guitarra. Las horas en que no trabaja, Stelios las pasa en su casa, aprendiendo a acompañarse con la guitarra mientras interpreta temas de la música popular y rebétika. Cierto día, alguien que pasa por la calle escucha su canto y le propone cantar en la taberna de su propiedad. Así comenzó el principio de un mito...

Durante su servicio militar, Kazantzidis conoce
a su primer amor: Keti Grey. El soldado pasa sus horas libres cantando acompañado por un bouzouki, un instrumento de las clases bajas que en aquellos años estaba considerado más peligroso que un cóctel Molotov. Los temas que canta Stelios no son del agrado de sus superiores, que deciden deportarlo a la isla de Makronisos, donde llegó incluso a ser torturado.

En 1950 aparece por primera vez como cantante profesional en Kifisiá. Dos años más tarde realiza su primera grabación para la compañía Columbia con la canción de Apóstolos Kaldaras "Για μπάνιο πάω" ("Voy a bañarme") que constituye un fracaso de ventas. La segunda canción,
ι βαλίτσες" ("Las maletas"), de Yiannis Papaioannou, se convierte en su primer éxito. Comienza aquí una serie de grandes éxitos que se suceden ininterrumpidamente. En 1957 canta junto a Keti Grey su conocida canción "Απόψε φίλα με" ("Bésame esta noche"), de Manolis Hiotis. Tras el triunfo, llega la separación de la pareja.

1963. Kazantzidis firma con la discográfica Columbia; tras él, Marinella.

Entre 1957 y 1965 vive Kazantzidis el período más fecundo y creativo de su carrera. En Salónica conoce a Marinella, una cantante quinceañera, hija de griegos refugiados procedent
es de Constantinopla. Ambos se enamoran y comienzan también una brillante y exitosa colaboración musical. Juntos convierten en éxitos temas de grandes compositores de la época (Tsitsanis, Theodorakis, Kaldaras, Hatzidakis, Loízos, Ksarhákos, Hiotis, Virvos, Markópoulos, etc.) y actúan en las más conocidas salas de espectáculos del país. Kazantzidis y Marinella llegan a contraer matrimonio, pero pronto se separan de manera amistosa. Amistad que durará toda la vida.

En 1965, con tan sólo 34 años, Stelios Kazantzidis decide no actuar más en directo. Su contacto con el público será a partir de ahora sol
amente mediante las grabaciones de sus discos. El cantante entra en conflicto con su compañía discográfica (Minos), motivo por el cual no graba ningún disco durante un período de doce años. A pesar de todo ello, Kazantzidis sigue siendo enormemente popular, en especial entre la diáspora griega.

En 1987, tras doce años de silencio, Stelios
Kazantzidis vuelve a un estudio de grabación y lanza al mercado un nuevo disco: "Στο δρόμο της επιστροφής" ("En el camino de vuelta"), que constituye un enorme éxito de crítica y ventas (sólo en Grecia alcanzó la cifra de 200.000 discos vendidos). También colabora con otros cantantes y compositores y graba una serie de canciones populares y tradicionales de la tierra de sus ancestros, el Ponto. También llega a grabar un disco de canciones en turco.


El 14 de septiembre de 2001 muere Stelios Kazantzidis tras varios años de lucha contra el cáncer. El día de su entierro es declarado de luto nacional y su multitudinario funeral, digno de un jefe de Estado, es transmitido por radio y televisión.

De Kazantzidis nos queda la historia de un ser humano, de un hombre que con su voz ofreció dignidad a las vidas de millones de griegos durante los más difíciles años de la historia de ese país.

De Kazantzidis me quedan muchos de sus discos, su voz, sus canciones, una de las cuales quiero compartir con vosotros. Se trata de un tema conocido en Grecia por dos títulos indistintamente: "Δυο πόρτες έχει η ζωή" ("Dos puertas tiene la vida") y "Το τελευταίο βράδυ μου" ("Mi última noche"). Es, tal vez, por cuestiones personales que nada tienen que ver con la música, mi canción preferida de cuantas grabó el gran Stelios.



Στέλιος Καζαντζίδης - "Το τελευταίο βράδυ μου"
Στίχοι: Ευτυχία Παπαγιαννοπούλου
Μουσική: Στέλιος Καζαντζίδης

Το τελε
υταίο βράδυ μου
απόψε το περνάω
κι όσοι με πίκραναν πολύ
τώρα που φεύγω απ' τη ζωή
όλους τους συγχωρνάω.

Όλα είναι ένα ψέμα
μια ανάσα μια πνοή
σαν λουλούδι κάποιο χέρι

θα μας κόψει μιαν αυγή.

Εκεί που
πάω δεν περνά
το δάκρυ και ο πόνος

τα βάσανα και οι καημοί
εδώ θα μείνουν στη ζωή
κι εγώ θα φύγω μόνος.

Όλα είναι ένα ψέμα
μια ανάσ
α μια πνοή
σαν λουλούδι κάποιο χέρι
θα μας κόψει μιαν αυγή.

Δυο πόρτες έχει η ζωή
άνοιξα μια και μπήκα
σεργιάν
ισα ένα πρωινό
κι ώσπου να 'ρθει το δειλινό
από την άλλη βγήκα.


Όλα είναι ένα ψέμα
μια ανάσα μια πνοή
σαν λουλούδι κάποιο χέρι
θα μας κόψει μιαν αυγή



Stelios Kazantzidis - "Mi última noche"
Letra: Eftihía Papagianopoulou

Música: Stelios Kazantzidis

Mi última noche
esta noche la paso,
y a cuantos me amargaron tanto,
ahora que me voy de la vida,
a todos perdono.

Todo es una mentira,
un suspiro, un soplo.
Como una flor, alguna mano
nos cortará un amanecer.

Allí donde voy no hay
ni lágrima ni dolor.
Los tormentos y las penas
aquí se quedarán, en la vida,
y yo me
marcharé solo.

Todo es una mentira,
un suspiro, un soplo.
Como una flor, alguna mano
nos cortará un amanecer.

Dos puertas tiene la vida,
abrí una y entré.
Me paseé una mañana
hasta que llegó la tarde
y por la ot
ra salí.

Todo es una mentira,
un suspiro, un soplo.
Como una flor, alguna mano
nos cortará un amanecer.