
Irene Papas, la actriz griega más internacional, cumple años en el día de hoy. No sabemos cuántos; tampoco nos importa demasiado. Diferentes biografías suyas dan como años de su nacimiento 1926, 1929 ó 1930. Pero Irene Papas ha superado las limitaciones que impone el tiempo y su nombre ya se encuentra inscrito con letras doradas en la historia del cine y del teatro griego e internacional.
Durante generaciones, la Papas representó para millones de cinéfilos el prototipo de la mujer griega: morena, de profundos ojos negros bajo enormes cejas; un volcán de sentimientos y pasiones, de resignación y silencio, envuelto muchas veces en los negros ropajes de una viuda prematura. El negro: el color preferido de nuestra actriz, el color de la noche, del misterio, de la muerte, de la tragedia... Irene es la voz de Sófocles y de Eurípides, el grito de Electra, de Medea y de Antígona.

En los años 60 Irene alcanza el reconocimiento internacional por sus interpretaciones de la heroína María Papadimos en "Los cañones de Navarone" (1961); "Electra" (1962), en la que se consagra como una de las mejores actrices trágicas del cine mundial; la joven viuda de "Alexis Zorbas" (1964), película más conocida como "Zorba el Griego", protagonizada junto al inolvidable Anthony Quinn.

Los éxitos artísticos de Irene se suceden uno tras otro. En 1969 protagoniza la película "Z" del también griego Kostas Gavras, y le siguen "Las Troyanas" (1971) e "Ifigenia" (1977), de Mihalis Kakoyannis; "Cristo se paró en Éboli" (1979), de F. Rossi; "Eréndida" (1984), de Rui Guerra, sobre la novela de Gabriel García Márquez; "Temporada alta" (1988), de Clare Peploe; "La Odisea" (1997), de Andrei Konchalovski o "La mandolina del capitán Corelli"(2000), de John Madden.
Pero Irene, nuestra gran Irene, no se conforma con sus éxitos cinematográficos y triunfa también como cantante colaborando con el grupo griego "Aphrodite's Child" y grabando sus propios discos, "Odes" y "Rapsodies", compuestos y producidos por Vangelis Papathanasssiou.
Pero Irene, nuestra gran Irene, no se conforma con sus éxitos cinematrográficos y musicales, y no abandona jamás el teatro. Declama a la perfección no sólo en griego clásico y moderno, sino también en inglés, italiano y español. Irene crea una Escuela Internacional de Interpretación con sedes en Atenas, Roma y Sagunto. En esta última ciudad, sobre un escenario proyectado por Santiago Calatrava en una antigua nave industrial, se estrena "Las Troyanas" de Eurípides, en la que comparte dirección e interpretación con Jürgen Müller (La Fura dels Baus) y Marina Saura, Rosana Pastor, Manuel de Blas y hasta 60 artistas en escena.
Irene, nuestra gran Irene, cumple hoy años; no importa cuántos. Irene Papas es ya un nombre para la eternidad, un nombre que irá para siempre ligado a la cultura griega clásica y moderna.
Termino mi pequeño homenaje a Irene Papas reproduciendo unas declaraciones suyas: "Estamos aquí para ser felices; no serlo es pecado. Εs una ingratitud hacia la naturaleza, que no te ha dado todo lo que tienes para ser infeliz. Sólo la conciencia, el destino ineludible de la muerte te hace infeliz. Y aceptarlo es una lucha que dura toda la vida. Subconscientemente hacemos cosas para que algo de nosotros permanezca, para que quede cuando nos vayamos."
Pero Irene, nuestra gran Irene, no se conforma con sus éxitos cinematográficos y triunfa también como cantante colaborando con el grupo griego "Aphrodite's Child" y grabando sus propios discos, "Odes" y "Rapsodies", compuestos y producidos por Vangelis Papathanasssiou.
Pero Irene, nuestra gran Irene, no se conforma con sus éxitos cinematrográficos y musicales, y no abandona jamás el teatro. Declama a la perfección no sólo en griego clásico y moderno, sino también en inglés, italiano y español. Irene crea una Escuela Internacional de Interpretación con sedes en Atenas, Roma y Sagunto. En esta última ciudad, sobre un escenario proyectado por Santiago Calatrava en una antigua nave industrial, se estrena "Las Troyanas" de Eurípides, en la que comparte dirección e interpretación con Jürgen Müller (La Fura dels Baus) y Marina Saura, Rosana Pastor, Manuel de Blas y hasta 60 artistas en escena.

Termino mi pequeño homenaje a Irene Papas reproduciendo unas declaraciones suyas: "Estamos aquí para ser felices; no serlo es pecado. Εs una ingratitud hacia la naturaleza, que no te ha dado todo lo que tienes para ser infeliz. Sólo la conciencia, el destino ineludible de la muerte te hace infeliz. Y aceptarlo es una lucha que dura toda la vida. Subconscientemente hacemos cosas para que algo de nosotros permanezca, para que quede cuando nos vayamos."
Irene Papas en "Electra" (1962)
Director: Mihalis Kakoyannis
(fragmento)

Cortesía de Parsifal

Χρόνια Πολλά, κυρία Ειρήνη!