En junio de 1974, un golpe de estado planeado por la Junta Militar que gobernaba en Grecia, derrocó al presidente de Chipre, entonces el arzobispo Makarios, con el objetivo de anexionarse la isla. El 20 de junio, Turquía invadió Chipre con un ejército formado por 40.000 tropas, 400 tanques y el apoyo de efectivos aéreos. Chipre contaba entonces con un ejército formado apenas por 1.000 soldados. Como resultado Turquía conquistó y ocupó militarmente el 37% de la isla. La ocupación continúa a día de hoy.
La Comisión Europea de los Derechos Humanos detalló en un informe los horrores de la invasión: 200.000 griegos refugiados que debieron de huir de sus hogares, 5.000 civiles griegos asesinados, 1.000 mujeres violadas y 1.619 desaparecidos. También hace referencia el mencionado informe a la destrucción y robo de propiedad privada, obras de arte, museos y sitios arqueológicos. Con especial saña han sido profanados y destruídos cementerios, iglesias y todo signo de presencia cristiana en el norte de la isla.
Hoy tan sólo funcionan cuatro o cinco iglesias cristianas en el norte de la isla. Setenta y siete han sido transformadas en mezquitas, tras ser despojadas de todos los iconos y paramentos sagrados. Los templos restantes fueron sometidos a destrucciones y saqueos, utilizados como establos para los animales, almacenes, garajes, depósitos de armas, tanatorios, hoteles, museos, galerías de arte, casinos e incluso night clubs. Existen también cincuenta edificios sagrados cuyas condiciones actuales se desconocen porque se encuentran en áreas controladas directamente por el ejército turco o, simplemente, han sido demolidos. También desde 1974 es alarmante la sustracción y venta de piezas arqueológicas antiguas, mosaicos, frescos y miles de iconos -se calculan unos 20.000, hoy desaparecidos- en el mercado internacional clandestino de obras de arte.
Ejemplo claro de saqueo y destrucción es la iglesia de Panagia Kanakaria, que albergaba una obra de arte de inestimable valor. Su mosaico del ábside, de la época de Justiniano (fechado entre el 525 y el 530), era una de las poquísimas imágenes que en el Mediterráneo oriental se habían salvado de la furia de los iconoclastas. En 1979 fue arrancado y dividido a trozos. Representaba a Cristo en los brazos de la Virgen sentada en el trono, rodeada por los arcángeles Miguel y Gabriel y trece medallones con los rostros de Cristo y de los apóstoles. Cuatro trozos aparecieron en Europa en 1988. Un comerciante de arte turco, Aydin Dikmen, se los ofreció a la anticuaria americana Peggy Goldberg, cerrando el negocio por un millón de dólares. Cuando Goldberg se puso en contacto con el Paul Getty Museum de Malibú, para vender los mosaicos por 20 millones de dólares, el Museo avisó a las autoridades judiciales norteamericanas y a la Iglesia chipriota. Hoy estos fragmentos, que la justicia de los estados Unidos ha devuelto a sus legítimos propietarios, están expuestos en el Museo Bizantino de Nicosia. Pero del resto del mosaico no se sabe nada, siempre que el procedimiento rudimentario para arrancarlos de la pared no haya causado la destrucción definitiva de gran parte de la obra.
Más suerte han tenido las 38 piezas del siglo XII robadas en la iglesia de Agios Eufemianos, en la aldea de Lyssi, que fueron vendidas a la Menil Foundation de Texas, y hoy están expuestas en el museo de la Fundación, en Houston. Los frescos, recompuestos y restaurados, que representan a Cristo Pantocrator y a la Virgen, deberán ser restituidos a Chipre en 2012, según el acuerdo entre la Iglesia ortodoxa chipriota y la fundación americana. Sin embargo, sólo poquísimos de los 20.000 iconos desaparecidos de las iglesias del norte de Chipre han podido ser recuperados.
Uno de los últimos ejemplos de esta política de destrucción del patrimonio artístico y cultural de Chipre es el de la iglesia de Agia Anastasia, cerca de la población de Lapithos, que data del siglo XIX y que ha sido convertida en un hotel con piscina y casino.
También hay que destacar que ha habido casos en que la misma población turco-chipriota ha salvado y restituido a la Iglesia ortodoxa valiosos iconos procedentes del norte.
Estos son algunos de los ejemplos del respeto por el patrimonio cultural de los demás y de la tolerancia que ante religiones diferentes a la musulmana aplica en Chipre el gobierno turco, oficialmente laico, y que ha solicitado el ingreso de Turquía en la Unión Europea.
He obtenido información para la elaboración del presente post en:
http://www.eidisis200.tripod.com
http://www.missing.cy.org
http://www.kypros.org/Occupied Villages
http://www.30giorni.it
http://www.pio.gov.cy/virtualcy/index.html
La Comisión Europea de los Derechos Humanos detalló en un informe los horrores de la invasión: 200.000 griegos refugiados que debieron de huir de sus hogares, 5.000 civiles griegos asesinados, 1.000 mujeres violadas y 1.619 desaparecidos. También hace referencia el mencionado informe a la destrucción y robo de propiedad privada, obras de arte, museos y sitios arqueológicos. Con especial saña han sido profanados y destruídos cementerios, iglesias y todo signo de presencia cristiana en el norte de la isla.
Fresco de los santos Andronico y Atanasia en la iglesia de San Andronico de Kythrea, uno de los pocos que quedan in situ tras el saqueo y derrumbamiento del tejado
Hoy tan sólo funcionan cuatro o cinco iglesias cristianas en el norte de la isla. Setenta y siete han sido transformadas en mezquitas, tras ser despojadas de todos los iconos y paramentos sagrados. Los templos restantes fueron sometidos a destrucciones y saqueos, utilizados como establos para los animales, almacenes, garajes, depósitos de armas, tanatorios, hoteles, museos, galerías de arte, casinos e incluso night clubs. Existen también cincuenta edificios sagrados cuyas condiciones actuales se desconocen porque se encuentran en áreas controladas directamente por el ejército turco o, simplemente, han sido demolidos. También desde 1974 es alarmante la sustracción y venta de piezas arqueológicas antiguas, mosaicos, frescos y miles de iconos -se calculan unos 20.000, hoy desaparecidos- en el mercado internacional clandestino de obras de arte.
El monasterio maronita del Profeta Elías, en Skylloura, hoy destruido y utilizado como aprisco de animales
Ejemplo claro de saqueo y destrucción es la iglesia de Panagia Kanakaria, que albergaba una obra de arte de inestimable valor. Su mosaico del ábside, de la época de Justiniano (fechado entre el 525 y el 530), era una de las poquísimas imágenes que en el Mediterráneo oriental se habían salvado de la furia de los iconoclastas. En 1979 fue arrancado y dividido a trozos. Representaba a Cristo en los brazos de la Virgen sentada en el trono, rodeada por los arcángeles Miguel y Gabriel y trece medallones con los rostros de Cristo y de los apóstoles. Cuatro trozos aparecieron en Europa en 1988. Un comerciante de arte turco, Aydin Dikmen, se los ofreció a la anticuaria americana Peggy Goldberg, cerrando el negocio por un millón de dólares. Cuando Goldberg se puso en contacto con el Paul Getty Museum de Malibú, para vender los mosaicos por 20 millones de dólares, el Museo avisó a las autoridades judiciales norteamericanas y a la Iglesia chipriota. Hoy estos fragmentos, que la justicia de los estados Unidos ha devuelto a sus legítimos propietarios, están expuestos en el Museo Bizantino de Nicosia. Pero del resto del mosaico no se sabe nada, siempre que el procedimiento rudimentario para arrancarlos de la pared no haya causado la destrucción definitiva de gran parte de la obra.
El valioso fresco del Segundo Adviento (siglo XV) del monasterio de Antiphonitis, en la localidad de Kalogrea
El famoso monasterio bizantino de Kalogrea, conocido con el nombre de Antiphonitis, se ha convertido en el símbolo de la destrucción del patrimonio artístico y eclesial del norte de Chipre. Sus espléndidos frescos de los siglos XII y XV fueron divididos en pequeños fragmentos para ser vendidos a coleccionistas privados. La enorme representación del Segundo Adviento o la monumental del árbol de Jessé y algunas escenas de la vida de María están perdidas para siempre. La Iglesia de Chipre ha logrado recuperar sólo algunos fragmentos, mientras que otros permanecen escondidos en varias colecciones privadas. Y cuando de vez en cuando salen a la luz en las casas de subastas occidentales, comienzan largos pleitos para tratar de recuperarlos y restituirlos a Chipre. Una operación que no siempre da resultados: en 1995 un tribunal holandés dictó sentencia contra la devolución de cuatro famosos iconos procedentes de la iglesia de Antiphonitis. También fracasó el intento de devolver a Chipre una puerta procedente del iconostasio de la iglesia de Agios Anastasios, en Peristerona, cerca de la ciudad de Famagusta, actualmente expuesta en el Colegio de Arte japonés de Osaka.
Uno de los 35 fragmentos del monasterio de Antiphonitis (siglo XV) decomisados en Múnich, que fueron devueltos a las autoridades chipriotas en 1997 y que hoy se conservan en el Museo Bizantino de Nicosia
Más suerte han tenido las 38 piezas del siglo XII robadas en la iglesia de Agios Eufemianos, en la aldea de Lyssi, que fueron vendidas a la Menil Foundation de Texas, y hoy están expuestas en el museo de la Fundación, en Houston. Los frescos, recompuestos y restaurados, que representan a Cristo Pantocrator y a la Virgen, deberán ser restituidos a Chipre en 2012, según el acuerdo entre la Iglesia ortodoxa chipriota y la fundación americana. Sin embargo, sólo poquísimos de los 20.000 iconos desaparecidos de las iglesias del norte de Chipre han podido ser recuperados.
Uno de los últimos ejemplos de esta política de destrucción del patrimonio artístico y cultural de Chipre es el de la iglesia de Agia Anastasia, cerca de la población de Lapithos, que data del siglo XIX y que ha sido convertida en un hotel con piscina y casino.
Iglesia de Santa Atanasia (siglo XIX) en las proximidades de Lapithos, hoy convertida en un hotel con casino y piscina
También hay que destacar que ha habido casos en que la misma población turco-chipriota ha salvado y restituido a la Iglesia ortodoxa valiosos iconos procedentes del norte.
Estos son algunos de los ejemplos del respeto por el patrimonio cultural de los demás y de la tolerancia que ante religiones diferentes a la musulmana aplica en Chipre el gobierno turco, oficialmente laico, y que ha solicitado el ingreso de Turquía en la Unión Europea.
He obtenido información para la elaboración del presente post en:
http://www.eidisis200.tripod.com
http://www.missing.cy.org
http://www.kypros.org/Occupied Villages
http://www.30giorni.it
http://www.pio.gov.cy/virtualcy/index.html