viernes, 6 de marzo de 2015

VER EL SONIDO, ESCUCHAR LA IMAGEN

Remember we are out there [Recuerda, estamos allí fuera] 
de Jana Tziveleki, 
parte del proyecto de Anna Stereopoulou «c i r c e :the black cut:»

Imágenes. Sonidos. Palabras. Dos mujeres. Dos creadoras. Dos griegas. Anna Stereopoulou, compositora de música y traductora de sueños, y Jana Tziveleki, artista visual y aprendiz de la escritura, se reúnen con motivo del Día Internacional de la Mujer y conversan sobre el Arte, sus experiencias como mujeres creadoras y las maneras que han elegido de comunicarse con el mundo. 

Anna Stereopoulou: Jana, aparte de la necesidad personal de expresarte, ¿cuál es la fuerza motriz que te motiva a crear y a comunicarte? ¿Consideras que como mujer creadora hay alguna diferencia –positiva o negativa- en tus obras y en cómo están tratadas por parte del público y de los intermediarios?  

Jana Tziveleki: Pues, diría que mi respuesta yace dentro de tu pregunta. El placer de poder crear, de expresar las contradicciones que llevamos dentro y de llegar a comunicarme con otras personas, esto funciona en sí como la fuerza motriz para mí. Dicho esto, creo que cada uno de nosotros tiene una inquietud de buscar su manera personal de enfrentarse a la vida –y consecuentemente a la muerte-, de combinar sus vivencias personales con lo efímero de la vida. Digamos que cada uno vive una versión personalizada de lo que es la vida. Así que uno decide por ejemplo crear una familia, otro da más importancia a los bienes materiales, algunos hacemos Arte.  Como Mujer Creadora, no pienso que haya diferencias a la hora de crear, más que las diferencias que caracterizan a cada ser humano. Pero quizás las hay en lo que se percibe de fuera. Por ejemplo, pienso que en un principio para una mujer hay cierta facilidad para ocuparse de cosas creativas. Lo digo porque, incluso en nuestros días la sociedad espera que la mujer sea más sensible,  que se exprese de varias formas, que cree cosas, por ejemplo para la casa. Considero que el tema empieza a cambiar y a hacerse más difícil cuando todo esto ya no es un “hobby” para la mujer, algo que hace en su tiempo libre para pasar el rato, sino algo a lo que decide dedicar su vida por completo, construir un trabajo propio desde su creatividad, dejando otras cosas aparte. Porque de esta manera algunos piensan que la mujer creadora se contradice con los otros roles que tiene como mujer, esposa o madre y eso pasa incluso ahora que se supone que hemos avanzado bastante en la sociedad contemporánea. Porque los tópicos dicen que el primer interés de la mujer es cuidar a los demás, dar a luz y ofrecer.  Y cuando una mujer elige hacer algo diferente, pues por lo menos al principio llama la atención. De eso trata también el ciclo de Mujeres Artistas que organizo en este período, sobre cómo actuaron en su época ciertas mujeres artistas, más o menos famosas en la historia del Arte, y de qué manera fueron tratadas por sus contemporáneos. Me interesa mucho el tema, es un curso que yo seguí cuando vivía en España, en Zaragoza, y de los datos que tenemos sabemos que hay muy pocas mujeres artistas por ejemplo exponiendo en los museos cuando al mismo tiempo hay un gran número de obras de mujeres como modelos que pertenecen a hombres artistas obviamente. No buscamos sino la igualdad de género en todos los aspectos y que no se considere menos importante el Arte cuando se hace por mujeres. Yo personalmente no he encontrado problemas en mi trabajo, quizás porque mi camino hasta ahora es poco ortodoxo. Pero diría que sí que hay una sorpresa cuando la gente ve que mi obra no es algo decorativo o que no lo hago para pasar el rato, mientras sueño con otras cosas en la vida.

Y para ti, Anna, ¿qué importancia tiene el hecho de ser una Mujer Creadora en el ámbito de la música y cómo te influye en todo el proceso de tu trabajo, desde la inspiración y la composición de una pieza hasta la promoción final? 

A.S.: Bueno, durante mi estancia en Inglaterra, tanto en el entorno de los estudios como del trabajo, había ya encontrado varios obstáculos no solo porque soy mujer, sino también porque venía de una país extranjero, de Grecia; porque era muy joven y principalmente porque decidí elegir yo misma los estímulos para formar la primera fase de mi música, sin aceptar los caminos ya marcados que ofrecía la universidad. Esto no significa que no había gente, dentro y fuera del ámbito académico, con horizontes más amplios y que me ayudaron mucho. Los pros y los contras son algo subjetivo para cada uno. Personalmente las dificultades que llegan por ser Mujer Creadora las considero una oportunidad para luchar cada vez más, con dignidad, por lo que creo, por mi Arte, para mejorar yo misma estudiando y manteniéndome informada pero también para apreciar la Persona, a pesar de las cuestiones de género. La igualdad que la mujer una vez reivindicó ya está aquí pero también las dificultades. Las épocas han cambiado, y como consecuencia los conceptos también cambian. Aun así, el conflicto entre hombres y mujeres no va a parar. Lo extraño, lo diferente, incluso si se promueve por razones de moda, sigue tratado como raro y por eso todavía da  miedo. La ecuación es mejor hacerla a base de respeto mutuo, si no es así damos lugar al odio, al aislamiento y a la falta de libertad en todos los aspectos.

«...oneirograph...v.5.spindle» de Anna Stereopoulou 
[Premiere at the Portello River Festival /Padova, Italy]

Pero díme, al escuchar la frase “El Cono Violeta” ¿qué imagen, pensamiento o sensación te viene a la cabeza? ¿Crees que hay algún sentimiento que no se puede expresar totalmdente dentro de una obra visual?

J.T.: ¡Qué pregunta! A ver, con la frase “El ConoVioleta” me vienen a la cabeza imagenes de la pintura cubista, no sé, algún cuadro de Malevich o de Mondrian. Además me da la sensación de una antítesis entre la forma y el contenido, como si el uno tuviera en cautiverio al otro, y eso me provoca cierto estrés, si te soy sincera. Bueno, sobre los sentimientos, creo que todos los sentimientos intensos pueden ser expresados perfectamente a través de la imagen, hay muchas maneras y muchos caminos y cada uno elige el suyo. Por el contrario, considero extremadamente difícil que uno exprese la calma total de manera visual.  Ese momento en que te encuentras en total equilibrio entre tú mismo y el  mundo, no puedo pensar como podría ser expresado porque cualquier imagen podría potencialmente cambiar esta sensación. Al mismo tiempo creo que es casi imposible representar la felicidad, por una parte porque es algo subjetivo, diferente para cada persona y por otra porque los momentos que tenemos en mente como algo claramente positivo no se expresan fácilmente en el Arte.

A mí me gustaría preguntarte: ¿hay momentos en tu camino artístico en los que prefieres alejarte de la composición? Que sientas la necesidad, por ejemplo, de mantener una distancia, y si es así, ¿cuándo te pasa eso? Sé que viajas a menudo, ¿cómo influyen estos viajes a tu música?, quiero decir, ¿te sirven para aislarte o son una oportunidad para la inspiración?  

A.S.: No creo que haya persona alguna que pueda quedar sin inspiración, por el arte, o por la vida en general. La creación de cualquier tipo es la expresión de nuestro mundo interior y esto es un universo en sí. Lo que importa para mí es cómo cada uno busca y crea oportunidades reales, motivos para expresarse o para evolucionar sus sentimientos. Un viaje a otro lugar, una visita a una exposición o al mercado del barrio, leer un libro o un artículo en un blog, tienen la misma dinámica que depende del estado de ánimo en el que cada persona se encuentra.  La inspiración puede llegar de cualquier lugar y en cualquier momento. Personalmente, cuando me informo de un open call de algún tema interesante esto me mueve y me inspira.  Pero existe también la posibilidad de que no trabaje en algunas composiciones mías durante un periodo de tiempo, porque siento que tratan temas que primero tienen que madurar dentro de mí hasta llegar a una fase en la que puedo expresarme de la mejor manera técnica y artística. Estos periodos de silencio o de aislamiento no los puedes programar obviamente. Pero son igual de importantes y creativos que los demás.

Como persona que también te expresas a través de la poesía, ¿de qué manera describirías (con una o más palabras) el medio inmaterial que conmueve el sentimiento?  

J.T.: Como una especie de humo que se aleja de algo  y que llega hasta nosotros, sea para quedar delante de nuestros ojos, confundiéndonos, o  para inhalarlo cambiando la sensación que teníamos hasta el momento. Esta es la imagen que me da.

¿Crees que las imágenes existen antes de los sonidos?

A.S: Exacto. Primero vemos el sonido y luego escuchamos la imagen. Ambos están interrelacionados, tanto entre ellos como con las sensaciones de un ser vivo. Ambos se componen de ondas que transcurren al mismo tiempo a través de la materia. En otras palabras, se trata de diferentes formas de energía que viajan de manera constantemente cambiante, por varios factores, como la densidad, la masa y el volumen de la materia, la temperatura o la memoria. Cada onda –sónica o electromagnética (luz, imagen)- pasa y tropieza en diferentes superficies u otras formas de energía que lo refleja y lo absorbe –del todo o en una parte- y así ayuda a su difusión y a su evolución. Lo mismo exactamente pasa con la emoción, la memoria o el Nous. Cuando un sonido, una luz, una imagen es percibida por una sensación, entonces se activa y trae hasta la superficie cualquier parte que tenga la más intensa y directa conexión con cada uno de nosotros. Creo que se trata de un conflicto eterno y creativo entre los dos y a su vez un desafío de cómo cada artista podrá servir a cada uno de ellos.

Seguimos Ausentes, de Jana Tziveleki, 
de la serie Versión Original Subtitulada

Aparte del lenguaje artístico, ¿qué otro lenguaje/idioma de los que conoces sientes más cercano a ti y qué parte de tu personalidad expresa cada uno de los idiomas que conoces?

J.T.: Encuentro muy interesante esta pregunta, Anna, es algo que he pensado yo misma muchas veces. En general creo que el Arte es la traducción de nuestro mundo interior, -conceptos, pensamientos, sensaciones, emociones- a un lenguaje que llega a comunicarse con el mundo exterior. Cada uno puede elegir cada vez el lenguaje que cree conveniente para trasmitir su idea, en mi caso para visualizar un concepto o si hablamos de escritura para descubrir aquellas palabras que dan sentido a la emoción. Es curioso porque al volver de España, observé que me resultaba más fácil escribir (poesía o microcuentos) directamente en castellano, incluso hice una serie de fotografías con palabras que se llama Versión Original Subtitulada. Con el tiempo me di cuenta de que eso era una necesidad propia ya que a lo que aspiraba entonces era a cerrar las cosas que tenía pendientes en mi relación con España, así que no podría hacerlo en otro idioma que el castellano. Ahora sigo jugando con el castellano en la poesía, pero también escribo en griego artículos y microcuentos, y lo que más me motiva siempre es avanzar en la traducción de conceptos como artista visual.

¿Consideras que existe una diferencia cuando compones música para una obra de teatro o de cine (que pertenece a otro) o cuando creas un trabajo que te pertenece a ti por completo? Además, ¿cómo crees que influye la manera en que tu música llega al público? (si tomamos en cuenta que la comunicación y la difusión de una obra en nuestros días ha cambiado bastante con el uso de internet) es decir, ¿qué significa para ti si tu obra se presenta a nivel local en un concierto o cuando uno la puede bajar desde internet y escucharla en cualquier momento, en cualquier lugar del mundo?


A.S.: Yo no me veo capaz de separar la música que escribo por encargo para otro artista de una obra mía. Lo que sí diría es que la música para una obra teatral o cinematográfica o una conferencia etc., forma parte de mi mundo musical, dándome la oportunidad de estudiar con más profundidad varios temas, que más tarde uso como herramientas, avanzados en mis obras personales. Me doy cuenta de que la composición y también el desarrollo del mismo tema actual de «c i r c e :the black cut:» [el corte negro] incluye muchos elementos de cosas que tuve que investigar en el pasado, sea por interés personal o por otros motivos artísticos. Colaboraciones como “La Lección” (de Ionesco) para la coreografía de Daniel Lommel, “La Danza de la Muerte” (de Strindberg) dirigida por Ioanna Mihalakopoulou, la composición “Helios” para un Congreso de Astrofísica dedicado al Ilya Prigogine (de la Universidad de Insubria en Italia) y también proyectos personales, como “Musas Heliconiadas”, “El Viaje del Alma”, o el “Onirógrafo”, me enseñan el cómo y el por qué he desarrollado una concreta –y espero cada vez más esférica- filosofía del Arte y del Mundo. Y muchas veces me dieron la inspiración para la investigación científica que he empezado estos últimos años. Parte de ella son los factores de cómo cada persona toma en cuenta  varios elementos de la geografía o del tiempo, factores como el clima, la cultura, la historia o la acústica de un espacio, el paisaje y también la propia personalidad y estado de ánimo. Lo considero un regalo que mi música pueda, pues, ser escuchada en diferentes lugares porque esto me ayuda a mí también a escuchar mejor. 

Presentación «c i r c e :the black cut:» /Atenas, deciembre 2015, 
con la participación de Labros Kantzos,  Ana Béjar, Pablo Cobollo.

¿Qué sentimientos tienes al completar una obra, tanto en el momento en que la completas como después de un tiempo? ¿Cuáles son tus proyectos para el futuro? ¿Existe alguna obra o colaboración del pasado que crees que influyó mucho la manera en la que creas hoy?

J.T.: Tengo la sensación de que las personas con las que nos encontramos en la vida y nos influyen de alguna manera no traen algo desde fuera, sino nos están activando algo que ya llevamos en nuestro interior. Sin duda, conocer a la artista zaragozana Lina Vila, acudiendo a sus clases de Género y Feminismo en las Prácticas Artísticas en Zaragoza ha sido fundamental para mí, para tomar la decisión de crear mis propias obras, a pesar de que nunca tuve estudios de Bellas Artes y de que ya tenía más de 30 años.

Mi obra con el título “Sexo”, considero que es importante porque me ayudó a ver mi capacidad de crear y de difundir, fue mi primera obra en participar en una exposición titulada Efímero, en una Galería de Arte en Córdoba (España). Y más tarde con la misma obra participé en la acción artística del grupo de mujeres artistas Yo Expongo en el Reina, donde varias obras de mujeres artistas de todo el mundo se proyectaron en la fachada del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía en Madrid para promover la visibilidad de las mujeres en el Arte. Y cómo no, al volver a Grecia, el conocer a la artista mexicana Blanka Amezkua y su confianza en mí para gestionar la exposición Wind Within [el viento interior] en su espacio FoKiaNou 24/7 en Atenas el otoño de 2014.

Sexo, de Jana Tziveleki

Ahora bien, para los sentimientos al crear una obra, pues hay intensidad, la alegría de descubrir algo nuevo, a veces angustia, quizás, aislamiento del mundo exterior, te hace medir tus miedos, negociar cada vez cuánto te importa la aceptación del público, y claramente el placer propio de la creación y la capacidad de comunicación. Para cada persona creo que existe un momento concreto en el que se siente segura, que sabe que todo está “correcto”, un momento que no se puede explicar pero que es único para cada uno y es entonces cuando creo que un artista considera su obra acabada. Pasado un tiempo, te agrada ver cómo interactúan tus obras en otros espacios con otras personas y situaciones pero puedes también tomar la distancia de verlos tú mismo de otra manera.

Para el futuro puedo decir que me gustaría presentar en algún espacio adecuado mi proyecto “The [Red] Project” [el proyecto rojo] una vez acabado del todo, es un proyecto que trata de relaciones humanas, consta de varias obras compuestas por diferentes materiales y que están atravesadas siempre por un hilo rojo. Asimismo, pienso seguir con el curso de Mujeres Artistas que estoy organizando y participando en open calls que me inspiren en Grecia y en el extranjero consigo muchas veces exponer mis obras en diferentes ciudades, como por ejemplo pasó en febrero en Madrid con la obra de pequeño formato “Ser/Estar”. Y sigo también con el proyecto que se incorpora a Circe, fotografiando las palabras clave que tú misma nos has dado como inspiración, esto es un work in progress entre otras cosas. Lo importante para mí es que el Arte te permite funcionar con total libertad y eso te da muchas posibilidades y deja siempre abierto el camino por delante. En lo que se refiere a la escritura, estoy participando en un recital de poesía en Atenas, en Marzo, y también colaboro como columnista en algunas páginas web, algo que me permite descubrir cada vez nuevas formas de comunicación. 

Ilusion, de Jana Tziveleki, 
serie Palabras Clave del proyecto Circe, de Anna Stereopoulou

Anna, nosotras nos conocíamos durante un tiempo pero realmente nuestro acercamiento artístico ha empezado con «c i r c e :the black cut:» cuando hiciste un llamamiento a artistas de diferentes partes del mundo a ser inspirados por los conceptos que mueven la esencia del proyecto de Circe. Me gustaría preguntarte, cómo experimentaste tú esta primera fase de Circe, qué emociones te ha dejado el concierto del solsticio del invierno en el espacio de Iris en Atenas y qué le espera a Circe en el futuro. Y aparte de ese proyecto, ¿con qué otras cosas te ocupas en esta fase?  

A.S.: «C i r c e :the black cut:» es un “vehiculo” vivo e universal que todavía tiene mucho para enseñarme. Tiene una dinámica propia y una entidad compuesta por todos los que participan e interactúan entre sí. Esto es lo que en primer lugar inspiró el sonido esférico [surround], - set up de altavoces, manejo en directo que habilita el movimiento circular- que habíamos diseñado con Nick Piliouris para el concierto de Iris, aunque desde el primer momento elegí expresar la Totalidad que lo caracteriza de manera multidimensional y no quise limitarlo en un espacio de concierto. La presentación de Circe consta de tres partes interrelacionadas: Primero, el Album Familiar Vuelo Libre (difusión digital libre  a través de la plataforma española 7MNS Music); segundo, la Exposición Audiovisual (en varios espacios) y tercero, el Estreno musical (en Iris). Circe son Lambros K., Mijalis M., Elsa P., y Samir que interpretaron conmigo la pieza en el estreno. Son las diferentes manifestaciones universales de la Madre -Diosa- Naturaleza, que se glorifican a través de la composición musical, y a la vez son los pensamientos, las memorias y los sueños que tenemos. Es la Gnosis universal que tiene que ser compartida para evolucionar. Es nuestra parte femenina que tiene que unirse –y por eso reconciliarse- con la masculina [y viceversa] para poder expresar la emoción con intensidad, para intensificar nuestras sensaciones. Una expresión libre como ésta se encuentra con más facilidad en el alma de los niños y por eso este año el proyecto dará énfasis a la educación. Con respecto a los patrocinadores del proyecto, ni la manera ni la forma de apoyarnos son aleatorias, ya que se trata de redes artísticas de todo el mundo y plataformas musicales que hacen un trabajo importante ayudando a creadores contemporáneos, para conocerse entre sí y promover y evolucionar su obra, y proteger sus derechos, sin que se sientan de ninguna manera  explotados, como por desgracia vemos que pasa a menudo. 

Cover of «Vuelo Libre» CIRCE Family Album 
[released on 7MNS Music /December 15th 2014]

Pues todo esto me ha inspirado para completar la composición de la pieza. El album  «c i r c e :the black cut:» estará disponible en la primavera 2015, empezando por la pieza «Nectar 0.165''» que acaba de publicarse y funciona como preámbulo temático. Además, a finales de marzo voy a participar en el  Festival Parachute Light Zéro [ACT II, Francia] y al Maratón Musical Mundial contra la tuberculosis que organizan el Global Health Incubator y la estación de radio de Topolò [Italia], mientras que en abril una colaboración reciente con Chris Silver T [Purple Overdose, No Man’s Land] se va a publicar por Plus Timbre.

Nota final de Anna Stereopoulou: A Jana la conocí en un evento en el que ambas participamos a propósito de la película de Maria Douza “El Árbol y el Columpio” [“A Place Called Home”] en la que yo compuse el soundtrack. Desde nuestra primera conversación, sentí que se trataba de una artista con un amplio mundo interior y quise mantenerme en contacto con ella. El comienzo de nuestra colaboración llegó en el momento más adecuado y con toda seguridad Jana –aparte de una amiga- es una de las personas que ha amado a Circe y que ayuda a evolucionar la pieza, la investigación y mi propio Arte también, incluso a través de esta misma entrevista que hicimos entre las dos. Espero que nuestro camino en común siga aún con más creatividad.

  Official Website: http://www.annastereopoulou.gr/
«c i r c e :the black cut:» [a/v report]: http://wp.me/p2zRWp-or



Nota final de Jana Tziveleki: Me gustaría agradecer a Anna por la confianza y la inspiración durante todo el proceso de nuestra colaboración en Circe, por las imagenes que me despierta su música y por esta entrevista que hemos compartido, que ha sido como un pequeño viaje que hemos realizado juntas. Espero que hayan más viajes por delante.

Por último, pero no menos importante, Mil Gracias a La Pasión Griega por acogernos y celebrar de esta manera con nosotras el Día Internacional de la Mujer.