jueves, 17 de noviembre de 2011

EL VIENTO EN ÍTACA

"Penélope y los pretendientes", J.W. Waterhouse (1912)
Art Gallery & Museums collection. Aberdeen (Reino Unido)



El viento en Ítaca

Sentada ante su bastidor, ella fue dueña
del lentamente desastroso Imperio de los días.
Sus manos la pesada tarea asumieron
y una constancia más fuerte que el cansancio
junto a ella se sentó.

(Frente a la terquedad de su dedos fabriles
el mar entonces fue sólo una gota mesurable
y el horizonte un mirador en torno a Ítaca.)

Un viento de regreso silbó una madrugada:
despertar fue asomarse a un campo de batalla asolado.
La luz fue descubriendo la figura sentada
que acariciaba compasivamente la tela dactilar,
su patrimonio de trabajo y de horas,
sus madejas de canas.
(Una costumbre de quietud
y una tristeza como un perro a sus pies
la rodearon de silencio.)

Lejos resonaba la voz, la voz de Ulysses.
Frente a su bastidor, desesperadamente,
ella intentaba recordar un nombre,
sólo un nombre:
el que gritaba Ulysses por las calles de Ítaca.


Francisca Aguirre
("Ítaca", 1972)



Francisca Aguirre (Alicante, 1930)
recibió hoy el Premio Nacional de Poesía
por su obra "Historia de una anatomía"