Un niño holandés logra una mención en el premio Wolfson,
el premio de economía más importante del mundo tras el Nobel
Jurre Hermans, un niño de once años de los Países Bajos, ha logrado
una mención especial en el Premio Wolfson de Economía, el segundo mayor
premio en efectivo que puede recibir un economista después del Premio
Nobel, por su propuesta para que Grecia abandone el euro, en la que
utiliza como ejemplo una pizza para explicar su solución.
Hermans es el participante más joven que se ha presentado al premio y
recibirá un bono regalo de 100 euros "por su esfuerzo". El joven reside
en la localidad holandesa de Breedenbroek y asegura que decidió
presentar su propuesta después de verla en el periódico 'Jeugdjournaal' y
por su preocupación en torno a la crisis de la eurozona que ve "cada
día" en la televisión.
La propuesta de este escolar de 11 años,
que venía acompañada de un dibujo, sugiere que Grecia debería abandonar
la unión monetaria y sus ciudadanos cambiar sus euros por dracmas,
penalizando a aquellos que quieran sacar su dinero al extranjero.
En concreto, propone que todos lo griegos lleven sus euros al banco y
los pongan en una "maquina de cambio" que les devolverá dracmas, su
antigua moneda, pese a que, según representa en su dibujo, esta idea no
les haga "felices".
A continuación, los bancos darán todos esos
euros al gobierno, que formará con ellos un "pancake o una pizza" y
comenzará a devolver todas sus deudas, "cogiendo cada uno que tenga una
deuda su trozo de pizza". "Podéis ver que todos estos euros en la pizza
van a las empresas y los bancos que han dado préstamos en Grecia",
recalca Hermans.
Asimismo, subraya que la parte "inteligente"
de su propuesta es que aquellos que no quieran cambiar sus euros, ya que
se reducirá drásticamente su valor, e intenten esconderlos o
guardarlos, recibirán un multa más alta que el valor de los euros que
intentaban esconder. "De esta manera, me aseguro de que todos los
griegos lleven su euros a un banco griego y el Gobierno pueda pagar
todas sus deudas", añade.
El niño de once años, que reconoce
que tuvo que ser ayudado por su padre en la traducción al inglés porque
su lengua es el holandés, también apunta que cualquier país podría
regresar a la eurozona si ha pagado todas sus deudas.
Desde: publico.es