jueves, 12 de abril de 2012

ORTODOXOS, CATÓLICOS Y LA FECHA DE LA PASCUA



El Concilio del año 325 d.C. en Nicea (Bitinia-Asia Menor) estableció cómo celebrar la Pascua todos los cristianos en la misma fecha. ¿Por qué, pues, con frecuencia existe diferencia en la fecha de la Pascua entre Oriente y Occidente? 

La determinación de la fecha de la Pascua constituía ya un serio problema para las iglesias cristianas primitivas. En este sentido, el primer Concilio Ecuménico (Nicea, 325 d.C.) vino a terminar con las inexactitudes y diferencias, a fin de establecer la celebración de la Pascua en una fecha común para todos los cristianos. Con esta finalidad, los Padres del Concilio:

a) Tuvieron en cuenta la fecha de celebración de la Pascua judía, la cual tenía lugar durante la primera luna llena del mes de Nisán y que suele ser después del equinoccio de primavera.

b) Utilizaron los conocimientos de astronomía propios de la época. Por eso, determinaron que la Pascua debe ser celebrada "por todos los cristianos del mundo" el domingo siguiente a la primera luna llena del equinoccio de primavera, es decir, a la primera luna llena después del 21 de marzo.

A pesar de todas las dificultades que surgieron al inicio de la aplicación de este decreto, finalmente se consiguió que todos los cristianos celebraran la Pascua en la misma fecha durante muchos siglos. 

Pero el problema volvió a surgir con la implantación del calendario gregoriano el año 1582 d.C., mucho más exacto astronómicamente hablando, a pesar de que el decreto del Concilio seguía en vigor para los cristianos de todas las Iglesias de Oriente y Occidente.

Los cristianos de Occidente, Católicos y Protestantes, consideran -y tienen toda la razón desde el punto de vista astronómico- que el día del equinoccio de primavera es el 21 de marzo. También los cristianos de Oriente (Ortodoxos) consideran el 21 de marzo como día del equinoccio de primavera pero según el calendario juliano, que tiene una diferencia de trece días y algo más sobre el actual calendario gregoriano.

Esto significa que si hay luna llena entre el 21 de marzo del calendario juliano y el 21 de marzo del calendario gregoriano, los Cristianos de Occidente la consideran como luna llena de Pascua, mientras que los cristianos de Oriente no la consideran como tal, aceptando como luna llena de Pascua la que tiene lugar después del 21 de marzo del calendario juliano, la cual es, sin embargo, la segunda luna llena de primavera.




A esta diferencia se añade otro cálculo erróneo: Los cristianos de Oriente calculan la luna llena según el ciclo de Metón (astrónomo ateniense del s. V a.C.), el cual determina la fecha de la luna llena con una error de un día cada 228 años. Este error, en teoría insignificante, con el paso del tiempo ha ido acumulando una diferencia que hoy viene a ser de unos cinco días por lo que al cálculo de la luna llena de Pascua se refiere, además de los otros trece días del igualmente equivocado equinoccio de primavera del calendario juliano. Todo ello acarrea para los cristianos de Oriente una diferencia más o menos grande en relación con la fecha de la Pascua Occidental.

Por el contrario, en Occidente calculan el ciclo de la luna llena con mucha mayor exactitud, con un error de sólo un día en un ciclo de unos 20.000 años. Esto significa que, por parte de los cristianos de Occidente, el cálculo de la fecha de la Pascua es plenamente correcto bajo el punto de vista astronómico.

Los cristianos de Oriente, en cambio, se equivocan, ya que se apoyan en el cálculo de Metón y en la luna llena que tiene lugar después del equinoccio de primavera, además de calcularlo también según el antiguo calendario juliano y no por el nuevo calendario gregoriano o por el calendario juliano corregido, establecido por el Congreso Panortodoxo de Constantinopla en 1923.

Dato histórico: este nuevo calendario juliano corregido (1923), ha sido considerado por algunas Iglesias Ortodoxas como propuesta y no como decisión del Congreso Panortodoxo, con el resultado de no ser aceptado por todos los Ortodoxos.

En la época en que los Estados cristianos de tradición ortodoxa aceptaron el calendario gregoriano civil, algunas razones de cohesión entre las Iglesias Ortodoxas Orientales impusieron el mantenimiento del ciclo Pascual según el antiguo calendario juliano. Esto tuvo y sigue teniendo como consecuencia el que todos los cristianos del mundo cumplan la letra del Concilio de Nicea pero hayan perdido su espíritu. Los cristianos corresponderán a la letra y al espíritu del Concilio cuando Oriente celebre la fiesta de Pascua en la misma fecha que Occidente.

La fecha de la celebración de la Pascua, sin embargo, no es dogma de fe. Es el resultado de cálculos matemáticos y astronómicos que tienen relación con la posición de la tierra y de la luna durante su giro alrededor del sol.

Por eso la Iglesia Católica Griega, tanto por motivos prácticos en relación con los fieles (familias mixtas, trabajo, vacaciones, etc.) como por razones ecuménicas, aunque sabe muy bien que estos cálculos son erróneos, a partir de 1970 celebra la Pascua en la misma fecha que la Iglesia Ortodoxa.


(Texto a propósito de un artículo de "Kathimeriní" del 8/4/2001 y de una Nota de la Sala de Prensa de la Conferencia Episcopal Católica Griega)