Una mujer deposita flores en el lugar del suicidio
La desesperación ha llevado hoy a un jubilado de 77 años a suicidarse frente al Parlamento griego), en Atenas, tras afirmar que se negaba a buscar comida entre la basura. Solo unas horas después de su muerte, la gente ha colocado velas, flores y mensajes manuscritos contra la crisis en la céntrica plaza de Sintagma, donde el hombre se quitó la vida con una pistola.
Varios testigos han contado que el hombre se disparó en la cabeza después de gritar: "¡Tengo deudas, no puedo soportarlo más!". Un transeúnte ha declarado a la televisión griega que el pensionista dijo: "No quiero dejar mis deudas a mis hijos".
En una nota de suicidio hallada en un bolsillo de su abrigo, el hombre, un farmacéutico jubilado, culpa a los políticos y a los problemas económicos de su decisión de quitarse la vida, según la Policía.
El Gobierno "ha eliminado cualquier esperanza de que yo sobreviva y
no puedo obtener justicia, no encuentro otra forma de lucha más que un final digno para no tener que empezar a rebuscar en la basura para conseguir comida", dice el mensaje.
Decenas de personas han acudido a la plaza de Sintagma para rendir
homenaje al hombre. Una nota colocada en un árbol dice "Basta ya", y en
otra se lee la pregunta "¿Quién será la próxima víctima?".
Los
indignados griegos, que han estado protestando en las calles contra las
medidas de austeridad aprobadas en Grecia por la presión ejercida por la
Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional, que han ofrecido dos
rescates económicos al Estado griego, han dicho que van a manifestarse
esta tarde.
Humillación nacional
Uno de cada cinco
griegos está desempleado y en la sociedad hay un sentimiento de
humillación nacional que ha acompañado a los recortes en los salarios y
las pensiones. El portavoz del Gobierno, Pantelis Kapsis, ha reconocido
que el suicidio del hombre por la situación en la que se encontraba es "una tragedia humana".
Costas Lourantos, presidente del sindicato de farmacéuticos de la
región de Ática, donde se encuentra Atenas, ha señalado que recuerda que
se reunió con el hombre hace varios años y le llamó la atención su
dignidad.
"Cuando gente digna como él llega a esa situación,
alguien tiene que responder por ello", ha opinado Lourantos, que
considera que hay un "instigador moral de este crimen", y es "el Gobierno, que ha llevado a la gente a esa situación de desesperación".
Lourantos ha añadido que ha recibido una llamada anónima de una
farmacéutica que le ha dicho que ella será la próxima que se suicide.
"Estoy como loco tratando de descubrir quién era para poder evitarlo",
ha explicado.
El Gobierno griego informó el año pasado de que
el número de suicidios se había incrementado un 40 por ciento en los dos
años anteriores.
La crisis dispara los suicidios
La tasa de suicidios en Grecia ha pasado, en solo tres años, de ser la más baja a la más alta de Europa
a causa de la gravísima crisis económica que sufre el país y a los
problemas de depresión y ansiedad que se derivan de ella, según
informaron hace unos meses las autoridades sanitarias y los expertos
psiquiátricos.
Hace solo tres años, antes del inicio de la crisis financiera,
Grecia presentaba la tasa más baja de suicidios del continente, con 2,8
casos por cada 100.000 habitantes. En la actualidad, la tasa de suicidios casi duplica la de entonces,
a pesar de las fuertes prevenciones contra el suicidio de la Iglesia
Ortodoxa, que prohíbe el enterramiento en campo santo a quienes se
quiten la vida.
"Nunca se debe a un solo motivo, pero las personas que nos telefonean para avisarnos de que podrían quitarse la vida casi siempre citan como causa las deudas, la falta de trabajo y el miedo al despido",
declaró al diario Eleni Beikari, una psiquiatra de la organización no
gubernamental Klimaka, que mantiene una línea telefónica abierta las 24
horas para atender a posibles suicidas.