Esta es la historia de tres
amigos, tres pintores, tres jóvenes artistas griegos que, en un momento dado,
se vieron en la necesidad de buscar un estudio en el que desarrollar su
trabajo. Buscaban un estudio para cada uno de ellos a fin de trabajar de manera
independiente, como lo habían venido haciendo hasta entonces. La solución llegó
de la mano del coleccionista de arte Yorgos
Vogiatzoglou, que llevaba años deseando alojar a varios artistas en la
segunda planta de un edificio industrial cercano a su pinacoteca de Nea Ionía.
Vogiatzoglou decidió ofrecer aquel espacio a los tres pintores, y éstos –de
talento ya reconocido y con al menos una exposición individual cada uno a sus espaldas-
aceptaron compartir el lugar de trabajo.
Durante dos años, Achilleas Pistonis, Vassilis Selimás y Antonis Tsakiris trabajaron juntos en un espacio de 350 metros
cuadrados al que decidieron bautizar como Κτίριο 1 (Edificio 1). Allí
convivieron, se inspiraron, compartieron penas y alegrías y desarrollaron su actividad artística, sin ningún
muro ni objeto que los separase, con espacios apenas delimitados por un sofá, algunos
bancos o los mismos bastidores. Fue una convivencia basada en la amistad, el
diálogo, el respeto mutuo, la autonomía en el trabajo y, naturalmente, la
pasión de cada uno de ellos por el arte.
Aquellos dos años de convivencia dieron como resultado un buen número de obras que se expusieron en la Pinacoteca Vogiatzoglou desde el 5 de febrero hasta el 4 de abril de 2015. La exposición, titulada Κτίριο 1 (Edificio 1), no fue una muestra colectiva sino tres exposiciones individuales presentadas en un mismo espacio, y supuso un éxito rotundo para artistas y organizadores. He aquí el vídeo promocional de la misma:
Aquellos dos años de convivencia dieron como resultado un buen número de obras que se expusieron en la Pinacoteca Vogiatzoglou desde el 5 de febrero hasta el 4 de abril de 2015. La exposición, titulada Κτίριο 1 (Edificio 1), no fue una muestra colectiva sino tres exposiciones individuales presentadas en un mismo espacio, y supuso un éxito rotundo para artistas y organizadores. He aquí el vídeo promocional de la misma:
Pistonis, Selimás, Tsakiris - Κτίριο 1 (Edificio 1)
Pinacoteca Y.Vogiatzoglou
del 5/2 al 4/4/2015
Los artistas
Achilleas Pistonis - Metamorfosis (2013)
Óleo sobre lienzo 200x220 cm.
Colección Yorgos Vogiatzoglou
Achilleas
Pistonis (Atenas,1980)
Presenta obras de grandes
dimensiones -a menudo de carácter onírico, nostálgico, introvertido e inquietante-
habitadas por personajes que miran fijamente al espectador, a quien parecen
interrogar. Utiliza tanto el óleo como el carbón y los lápices en obras que muestran
desde el predominio de los grises hasta una delicada y pálida gama de colores. Sobre sus obras dice: “Me di cuenta de que
la característica común de las primeras obras producidas –además del estilo antropocéntrico,
por supuesto, que define mi trabajo- es el dolor provocado por la pérdida. No
como un estado de la mente, sino más
bien como una entidad.”
Vassilis Selimás - Retrato de D.M. (2014)
Acrílico sobre lienzo 100x80 cm
Colección Y. Vogiatzís
Vassilis
Selimás (Agrinio, 1983)
Es autor de una obra con el
ser humano como protagonista y asegura que “el
elemento líquido es lo que forma y molde el trabajo. Las personas no se miran
las unas a las otras, no conversan. Son, de hecho, pequeñas psicografías de personas,
ya sean de mi entorno o desconocidos para mí, de los que me apropio sin permiso
con el fin de contar una historia.” Utiliza principalmente los acrílicos y
los lápices.
Antonis Tsakiris - Autorretrato submarino (2014)
Óleo sobre lienzo 80x60 cm
Colección Y. Vogiatzís
Antonis
Tsakiris (Atenas, 1970)
Artista de una gran fuerza
expresiva y cromática, interpreta la realidad que le rodea a través de una obra
en constante juego con lo simbólico, lo irracional, lo sarcástico. Trabaja con
frecuencia el autorretrato. Durante los dos años en que compartió estudio
retrató a sus compañeros y al propietario del espacio. “En muchas de las obras
que se han creado en el estudio durante este período, he detectado –en una
especie de percepción retrospectiva- un deseo de reconciliación con los oscuros
orígenes de los antihéroes de mi pintura. A veces, fragmentos de recuerdos.
Algunos son simplemente una locura”.
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