domingo, 9 de junio de 2013

LA TORMENTA Y PATROCLO

Griegos y troyanos se disputan el cuerpo de Patroclo (detalle)
Wiertz Museum, Bruselas (Bélgica)



LA TORMENTA Y PATROCLO

MIENTRAS va descargando una tormenta
refulgente y bellísima, que hace tan distintos
estos lugares míos cotidianos,
yo releo en la tarde la Ilíada y miro al cielo
desde el silencio de mi habitación.
Está el balcón abierto. Paso a paso,
parece que el otoño se aproxima.
Y anda allí arriba Zeus, que en el rayo se goza,
haciendo de las suyas: ha reunido
copiosos rebaños de nubes con guedejas
muy negras y muy grises, y los mueve deprisa
de un sitio a otro con sus truenos súbitos
y su látigo hermoso de relámpagos.
Para mis ojos, qué regalo inmenso.
Sin embargo, aquí abajo, en este libro
que tengo entre las manos, sobreviene
un suceso terrible: la muerte de Patroclo,
un amigo inseparable y camarada
del desdichado Aquiles, el de los pies ligeros.
Malherido en un lance anterior del combate
entre la hueste aquea y la troyana,
sus momentos postreros se precipitan ahora:
ante mi compasión y mi estupor, 
le da alcance de lleno con su lanza insaciable
el esforzado Héctor, y la vida se escapa
irremediablemente de este cuerpo tan joven.
En mi pecho se mezcla el alborozo
de la tormenta con el sufrimiento
de los viejos hexámetros, transidos
de emoción muy profunda y de intemperie amarga.
Y así, yendo y viniendo una vez y otra
del júbilo que llega de lo alto
al dolor de esta muerte, ha pasado la tarde.
Comienza a anochecer. Y cuando apenas
queda ya alguna luz cierro el balcón y el libro.

Eloy Sánchez Rosillo


Eloy Sánchez Rosillo - "Antes del nombre"
Tusquets Editores (Barcelona, 2013)