Cuando llegues, viajero, a la vieja ciudad de Corfú, algunos te dirán que existe allí la más grande plaza de Grecia. Otros, haciendo gala de mayor patriotismo, se atreverán a decirte que la Spianada, que así se llama la plaza, no es la mayor de Grecia sino de toda Europa. Mi consejo es que no dediques tu preciado tiempo a averiguar cuál de tus informadores se acerca más a la verdad. Mejor te irá si, tras disfrutar de un paseo por la Spianada, te refugias del sol del mediodía bajo los arcos del Listón, ofreciéndole al cuerpo descanso y un buen refresco mientras contemplas el ir y venir de la gente desde cualquiera de las mesas que, a la sombra de la arcada, colocan las muchas cafeterías allí instaladas.
El Listón es hoy en día un lugar de encuentro para los corfiotas. Si alguien busca a alguien, puede sentarse tranquilamente a tomar un café y a esperar, porque, antes o después, todo el mundo termina dejándose caer por el lugar. Por la mañana, puede uno contemplar desde allí, a la vez que desayuna, el lento despertar de la ciudad mientras los comerciantes van abriendo, mal sincronizados, sus tiendas. Más tarde, son los turistas quienes hacen un alto en su peregrinar y ocupan, poco a poco, las sillas de las cafeterías, mezclándose con las mujeres locales que, entre compra y compra, también se toman allí su refrigerio. Por la tarde, la media de edad de la clientela aumenta. Es la hora del café de después de comer o del merecido refresco tras el paseo vespertino. Y mientras anochece, puede uno cenar alli mismo o disfrutar de su bebida o helado preferidos.
Confiere el Listón a Corfú un ligero aire parisiense, no en vano el conjunto de edificios sobre los arcos fue construído durante el período de la segunda ocupación francesa (1807-1814) a imitación de la parisina Rue de Rivoli y, aunque nadie puede asegurarlo, se cree que fue diseñado por el ingeniero Mathieu de Lesseps, padre del diseñador del Canal de Suez.
Mis ojos, viajero, han visto cómo esta popular zona de la vieja Corfú fue en su día lugar reservado para la aristocracia corfiota. Había bajo la arcada una lista, denominada Libro d'Oro, que contenía los apellidos de las pocas familias que tenían el privilegio de pasear por allí. Dicen algunos que el nombre de Listón deriva precisamente de aquella lista, aunque en el dialecto veneciano lista suela definir una "calle ancha y larga dedicada al paseo". Mis ojos han visto acontecer tantas cosas entre estos arcos... desde furtivos besos de enamorados hasta conspiraciones que consiguieron variar el destino de toda Grecia.
Lo cierto es que, hoy en día, uno puede sentarse en el Listón y contemplar cómo pasa por allí la vida de la ciudad: procesiones, desfiles, carnavales... todo pasa por delante de los históricos arcos, cada uno con su correspondiente farol que se iluminará al anochecer. Con un poco de suerte, viajero, podrás disfrutar desde tu asiento de un partido de cricket, en las tardes del verano, o del paso festivo de una de las coloristas y famosas bandas filarmónicas de Corfú o, simplemente, del paso de los viandantes en el atardecer de una de las ciudades más hermosas de Grecia.
¡Corfú te espera siempre!
Agradecimientos: Constantino Sfikas