Nikos Lygerós - Petite victime du Holodomor
Carboncillo sobre papel blanco natural (41x32 cm)
¿Por qué el genocidio de los
ucranianos permanece desconocido en Grecia y en Chipre? Recientemente ha sido
reconocido por España y Argentina. Ya ha sido reconocido por 24 estados. En
cambio, el genocidio de los Pontios ha sido reconocido sólo por Grecia, Chipre
y Suecia. ¿Siete millones de víctimas no son suficientes para un
reconocimiento? ¿Qué más queremos? Si no reconocemos por nuestra parte los
genocidios que han sufrido otros pueblos, ¿quién reconocerá el nuestro?
Mientras hay conspiraciones entre los bárbaros para exterminar pueblos enteros,
rara vez las víctimas se apoyan mutuamente. La barbarie se esfuerza por aislar
a las víctimas y estas se sienten efectivamente solas. En todo caso tienen que
demostrar lo que han sufrido. El genocidio de los judíos y el de los armenios
muestran cómo funciona la metodología del reconocimiento. En efecto el
genocidio de los armenios nos permite asegurar formas de reconocimiento,
incluso en los casos en que el culpable no admite su culpabilidad. Estamos al
tanto del desarrollo de los hechos pero no estamos en estado de alerta. Sólo
conocemos la fase de espera. Todos y cada uno de nosotros nos ocupamos de
nuestro trabajo, que por lo general es nuestra única vida, porque carecemos del
alcance y de la grandeza para agacharnos a ver el dolor del otro. Aguardamos
que las comunidades lleven a cabo el trabajo del reconocimiento. Sólo que estas
comunidades, sobre todo cuando aún están en fase de migración económica, son
incapaces e ineficaces considerando estos temas, en los que se necesitan
conocimientos técnicos de derechos humanos. En consecuencia, no debemos esperar
el uno al otro. El trabajo del reconocimiento es demasiado grande para una
persona, incluso si esta persona es un ser humano. Es necesariamente un trabajo
colectivo. Por tanto, no debemos esperar sólo que los ucranianos avancen en
Grecia y Chipre, donde existen aún complejos económicos debido al reciente desmoronamiento
del sistema soviético. Nosotros debemos ayudarles de todos modos: traduciendo
al griego material que condene la barbarie, publicando artículos que informen a
la población griega, dando charlas que expliquen los acontecimientos históricos
de 1933. No podemos simplemente esperar a los demás, porque puede que estos
hagan lo mismo y de esta manera podamos encontrarnos en un inútil “equilibrio
de Nash”, mientras que podríamos lograr un efectivo “equilibrio Pareto” de
tener un marco de cooperación contra la barbarie. Cada genocidio nos enseña
algo y nuestra resistencia hace que nuestra compasión crezca. Basta con que lo
queramos.
Nikos Lygerós
Traducción al español de
Eduardo Lucena González y Olga Raptopoulou
Nikos Lygerós - Genocidios y Humanidad