5.- TRAJES, MÚSICA Y BAILES
Teniendo en cuenta que la zona a la que llamamos Ponto ocupa una extensión de casi 1000 kilómetros de costa y unos 100 hacia el interior, dividida en valles separados por altas montañas y desfiladeros por los que discurren caudalosos ríos, entenderemos que su folklore y sus tradiciones son muy variados dependiendo del sitio en el que nos encontremos. Como no soy ninguna experta en el tema sino que simplemente me siento atraída por este pueblo y por su cultura, me centraré en aquellos apartados de los que he encontrado más información.
El traje femenino se llama Dsupuna o Dsipuna (Ζουπούνα o Ζιπούνα). Generalmente lo utilizaban las mujeres de los centros urbanos y se cree que tiene origen bizantino. Está formado por varias partes con diferentes nombres, aunque se las denomina con el nombre de la túnica de manga larga que es la base del conjunto. Este traje presenta diferencias según las regiones, pero también según la edad de la mujer y su situación económica.
La dsupuna consta generalmente de las siguientes partes:
Τάπλα (τεπελίκι) – Tapla (Τepeliki): Disco que se coloca sobre la cabeza, atándolo.
Κόσμημα – Kósmima: Joyas que indican la situación económica de la familia.
Σπαρέλ – Sparel: Cubre la parte delantera, desde el cuello hasta la cintura.
Κατιφέ (ζακέτο) – Katifé: (chaqueta): Prenda bastante lujosa que se lleva sobre la túnica, hecha de seda y con adornos de la zona.
Λαχόρ o ζωνάρ’ – Lajór o dsonár: Especie de panuelo que se ata a la cintura.
Ζουπούνα o Ζιπούνα – Dsupuna o dsipuna: Túnica de manga larga que llega hasta los tobillos. Lleva botones hasta la cintura. Está abierta por los lados para favorecer la movilidad de las piernas.
Σαλβάρ – Salvár: Especie de calzón o pololos que se llevan debajo de la dsupuna.
Otras prendas habituales son:
Λετσέκ – Letsék: Pañuelo que se lleva en algunas zonas, sin atar, cubriendo un poco la tapla.
Κουντούρας – Kuntúras: Zapato de tacón.
Γκερνταλούκ – Gerdalúk: collar hecho de monedas de oro o de plata.
Φοτά – Fotá: Especie de delantal que se sujeta en la cintura, de color azul oscuro con rayas de colores variados, que llega hasta los pies.
Κοκνέτσα – Koknetsa: Cuadrado de tela con el que se rodea el cuerpo por encima de la dsupuna, desde la cintura hasta las pantorrillas.
Κοχλίδ’ – Kojlíd: Cadena de oro o de plata que rodea el cuello y llega casi hasta la cintura.
Κουστίν – Kustín: Joya en forma de triángulo, hecha de monedas agujereadas, de la que suele colgar una cruz o una pequeña imagen religiosa.
Τζαγκία – Tzanguía: Zapatos bajos de piel roja que se usaban ya en época bizantina. De esta palabra, que ha desaparecido en griego moderno, procede el término τσαγκάρης (tsangaris, zapatero).
Foto obtenida del libro "Χορευτικές Διαδικασίες και Χοροί του Πόντου",
de Νίκος Ζουρνατζίδης
El traje masculino se llama Zipka (ζίπκα), que es también el nombre de los pantalones que forman la parte principal del traje. Las demás partes son:
Πασλίκ o πασλούκ (κεφαλοδέσιμο) – Paslík o paslúk (pañuelo para la cabeza).
Καμίς (πουκάμισο) – Kamís: Camisa de lino de manga larga.
Φυλαχτό – Filajtó: Amuleto de plata que cuelga del cuello o que va prendido al pecho.
Ώρα o κιοτσέκ (ωρολόγιο) – Ora o kiotsék: Reloj y, especialmente, cadena de la que cuelga, de casi dos metros de largo.
Γελέκ (γελέκο) – Yelék: Chaleco de algodón o de lana.
Κάμα (μαχαίρι) – Kama: Puñal, con su correspondiente funda.
Τροπολόζ o ταραπουλούζ (μεταξωτό ζωνάρι) – Tropoloz o tarapulúz: Cinturón de seda de colores vivos que puede medir hasta 6 metros de largo.
Εγκόλπιο – Engolpio: Especie de cajita, atada con una cadena, en la que hay una imagen religiosa (generalmente San Jorge).
Σιλαχλίκ, σελαχλίκ o σελαχλούκ (ζωνάρι) – Silajlik, selajlík o selajlúk: Cinturón ancho de piel que se pone encima del tropoloz. Sirve para sujetar el puñal, la bolsa de tabaco y otros accesorios.
Καπνοσάκουλο, κοβούς o γαβλούχ – Kapnosákulo, kovús o gavlúj Bolsa para tabaco, hecha de piel.
Ζίπκα – Zipka: Pantalones bastante anchos que van de la cintura hasta los tobillos, estrechándose progresivamente hasta quedar pegados a la pierna.
Μέστια – Mestia: Cubrepantorrillas de piel que llegan desde la rodilla hasta los tobillos. Generalmente van a juego con los zapatos.
Τσάπουλας – Tchapoulas: Zapatos bajos con punta vuelta ligeramente hacia arriba.
Foto obtenida del libro "Χορευτικές Διαδικασίες και Χοροί του Πόντου",
de Νίκος Ζουρνατζίδης
En cuanto a los instrumentos musicales, el más habitual es la lira pondia o kementzés (λύρα o κεμεντζές). Se construía generalmente con madera de ciruelo que se cortaba al comienzo del otoño para que no tuviera mucha humedad. El tronco debía estar libre de nudos y de grietas. Se colocaba entre un montón de estiércol para que se secase del todo, allí se dejaba durante mucho tiempo, a veces incluso dos años. En Grecia, al tener un clima más seco, se construyen también con otras maderas.
Imágenes tomadas de el-pontos.blogspot.com
El tamaño de la lira oscila normalmente entre 45 y 60 centímetros de largo, con tres cuerdas que se tocan con un arco (τοξάρ’, toxár) hecho generalmente con crines de cola de caballo. También se toca con la punta de los dedos (no con la uña). Se coloca entre las piernas, como se puede ver en el vídeo (excepto cuando el que toca la lira, llamado liraris, está de pie)
Para los “eurovisivos” seguro que la lira pondia no es del todo desconocida, ya que ha intervenido en algunas canciones, por ejemplo la que compitió el año pasado, Opa, en la que aparece el liraris Lazos Ioannidis. En este enlace podéis ver su actuación.
Otros instrumentos que se utilizan en la música pondia son el ζουρνά o ζουρνάς (dsurnás), un instrumento de viento que se utiliza sobre todo en espacios abiertos, generalmente acompañado del tambor o ταούλ’ (taúl, νταούλι, daúli) y del αγγείον o τουλούμ’ (anguíon o tulúm), que es una gaita mucho más simple que las que tenemos aquí en Asturias; otro instrumento frecuente es el γαβάλ o γαβαλόπον (gavál o gavalopon), también llamado χειλιαύριν o χειλιαύλιν (jiliávrin o jiliávlin), que es una flauta de madera que tocaban los pastores en las montañas. En algunas zonas del Ponto se usa también el violín (sobre todo en la parte occidental) y una especie de lira más grande, el kemanés (κεμανές). En esta página se puede ver la distribución por zonas.
Imagen obtenida de lesxi-pontion.gr
1-Taúl. 2-Gavál. 3-Dsurnás. 4-Lira. 5-Anguíon
En cuanto a los bailes, existe una gran variedad, aunque se pueden agrupar teniendo en cuenta dos criterios geográficos: por una parte tenemos los bailes del Ponto occidental (p.ej. Sinope, Bafra, Neocesarea, Sampsunda, Ak Dag Maten) que se diferencian de los de la zona oriental (como Trebisonda, Argyrúpoli, Kerasunda, Ordu, Matsuka, Jeríana, Nikopoli, Kars, etc) no sólo en los pasos o en la música, sino también en los instrumentos que utilizan. Otra división se puede hacer entre los bailes de las zonas costeras y los bailes del interior, generalmente mucho más intensos. Esta es una generalización, por supuesto, a la que se podrían añadir numerosas subdivisiones. En esta página hay una lista de bailes por regiones, aunque no está completa.
Lo habitual (salvo excepciones) es bailar en círculo cerrado, con los instrumentistas en el centro. No hay, como en algunas regiones griegas, un “primer bailarín” que comienza la danza y hace vistosas figuras.
Antiguamente los bailes tenían lugar sobre todo en las fiestas religiosas (como en la actualidad): Navidad, Pascua, Año Nuevo, Epifanía, la fiesta del pueblo, bodas, etc. Si hacía buen tiempo se celebraban en la plaza del pueblo y en invierno se utilizaba generalmente un edificio que pertenecía a la iglesia. Aunque la danza estaba tan unida a la vida que no era necesario tener ninguna celebración: bastaba con que alguien se pusiese a tocar y que los presentes tuviesen ganas de bailar, igual que ocurre hoy en día.
El baile más “universal” de los pondios es el tik, que presenta diferentes variantes (unas 12 aproximadamente) según las zonas. Puede ser argón, monón, diplón, tromajtón, so gónaton, Ímeras, etc. Una modalidad que me resulta sumamente atractiva por su rapidez es el tik Toyias.
Otro baile bastante frecuente es el omal, que también presenta numerosas variantes o bailes de la misma familia (aplón o monón, diplón, de Argyrúpoli, de Kars, de Nikópolis (útsai), de Bafra (sarikouz), de Ak-Dag Maten (tiz), de Sampsunda (sampson), de Kerasunda (embr’opís’)... Esto no quiere decir que fuesen bailes iguales, sino que a diferentes bailes se les daba el mismo nombre en diferentes zonas, simplemente porque esa palabra, omal, significa “suave, tranquilo”. En el siguiente vídeo podemos ver un omal al comienzo, para pasar después a un tik diplón y seguir acelerando la música hasta terminar con el tik Toyias.
Otra variedad de omal es el dipat, también llamado omal Trapesundas (Omal de Trebisonda). Es muy lento y relajante. Recuerdo una verbena en un pueblo del norte de Grecia en el que estuvimos bailando dipat durante horas. Al igual que otros muchos bailes pondios, el dipat permite una increíble unión y comunicación entre los que se encuentran bailando en el círculo. Es tan emocionante que incluso a personas que no conocen nada de los pondios les resulta atrayente cuando lo escuchan. En el siguiente vídeo podéis ver a un grupo bailándolo en televisión:
Otro baile que me gusta mucho es títara, un baile de Argyrúpolis que pertenece a la familia del dipat (aunque hay otro títara de Kars que tampoco me desagrada y que se baila de forma muy diferente). Para ser sincera, si hiciese una lista con los bailes que me gustan, creo que muy pocos se quedarían fuera. Como no quiero extenderme mucho, simplemente mencionaré mis preferidos y pondré vídeos de alguno de ellos: trygona, ters, yuvarladum, étere, letsi, letsina, jalái, dolmé, kótsari, tria ti kótsari, seranitsa, támsara, kalón koríts...
Por supuesto, están también los bailes “de hombres”, cuyo origen se remonta a varios siglos antes de Cristo y que tenían una finalidad de preparación para la guerra, como el pirrijios o serra, del que ya hemos hablado en el segundo capítulo, y el atsiapat (que es como la versión lenta del serra y que también lo bailan mujeres en algunas zonas). Ambos resultan muy vistosos pero también muy difíciles. El serra al parecer toma su nombre de un río de la zona de Trebisonda y es uno de los bailes más antiguos que existen, ya que es mencionado por Jenofonte en la Anábasis. También se menciona allí otro de los bailes masculinos por excelencia, el baile de los cuchillos (μαχαίρια ο πιτσάκ οινί, majéria o pitsák). Impresiona verlo:
Este es el texto de Jenofonte en el que se habla del baile:
“Después que hubieron hecho las libaciones y cantado el peán, se levantaron unos tracios y bailaron al son de la flauta con sus armas, dando grandes saltos con mucha ligereza y moviendo las espadas. Finalmente, uno pegó al otro, según parecía, y éste cayó con mucho artificio. Los paflagonios gritaron. Y el que pegó, habiendo despojado al caído de sus armas, salió cantando a Sitalcas. Otros tracios sacaron al vencido como si estuviera muerto, por más que no le hubiese pasado nada.”
El último del que voy a hablar es un baile bastante peculiar, ya que se trata casi de una representación teatral. Es el de los llamados μωμογέρια, μωμοέρια o κοτσαμάνια (momoguéria, momoéria o kotsamánia). Se celebra a comienzos del invierno, coincidiendo con las navidades, aunque en algunas zonas puede extenderse incluso hasta carnaval. Sus raíces se hunden en la antigüedad más remota, ya que se trata de una fiesta pagana en honor a Momo, dios de la sátira. Recuerda mucho a las “mascaradas de invierno” que tienen lugar en muchos lugares de la península ibérica, tanto por su carácter satírico como por la interacción que se produce con el público. Hay personajes fijos, como el diablo, la novia, el viejo, la vieja, el oso, el doctor... y otros que varían según los pueblos donde se celebran. Pero lo mejor es verlo en uno de los vídeos grabados en el festival panhelénico:
Desde hace algunos años se celebra un Festival de bailes pondios, que va ya por su sexta edición. En él se reúnen las asociaciones de toda Grecia y presentan un repertorio muy variado. Aquí podéis ver a unos 1700 bailarines con un embr’opis’ y un kotsijtón omal de Kerasunda:
En este otro vemos los siguientes bailes: sarikuz de Kars, turi, tría ti kótsari, kótsari, omál Trapesúndas y omál Kars. Es muy largo, pero merece la pena:
Por último, quiero citar las palabras de un profesor de bailes pondios en una reciente entrevista, Jristos Sidirópulos, quien ante la pregunta de si la gente de la calle baila todavía estas danzas o sólo se conservan en espectáculos respondió lo siguiente: “Los bailes de Pondos, como la mayoría de los bailes de Grecia, están vivos. Los bailan actualmente jóvenes y viejos, hombres y mujeres, en todas las fiestas y en todas las celebraciones familiares de pueblos y ciudades donde viven pondios. No son piezas de museo, que se conservan en un escenario. Ni tampoco son danzas con coreografías añadidas para que sean más espectaculares, para turistas. Aquí las enseñamos tal como las sigue bailando la gente hoy en día. Los bailes siguen estando ligados a la vida cotidiana y siguen teniendo el mismo sentido de fiesta, de disfrutar de estar reunidos.”
María de Paz