El diario griego "Eleftherotipía" publica en su edición de hoy, domingo, el contenido completo de la declaración de Nikos R., compañero de estudios del trágicamente desaparecido Aléxandros Grigorópulos. Nikos, que se encontraba junto a él, describe, minuto a minuto, los acontecimientos de aquel sábado que han conseguido abrir una nueva página en la historia de un país. Las llamadas telefónicas, la cita, los planes para celebrar la onomástica de Nikos, todos los detalles hasta el momento de los disparos. Todo ello puede leerse en el artículo original en griego al que podéis acceder pinchando aquí.
Quiero expresar mi agradecimiento a todos los lectores del blog que han mostrado gran interés por seguir de cerca los difíciles momentos que está viviendo Grecia en los últimos días. En especial, agradezco a Enric la publicación en su blog de un artículo sobre el tema. Para ellos especialmente, traduzco a continuación algunos fragmentos de la declaración de Nikos R., tras el asesinato de su amigo Aléxandros.
Fragmentos de la declaración de Nikos R., compañero de Aléxandros Grigorópulos
(diario "Eleftherotipía")
(diario "Eleftherotipía")
"... a Aléxandros o Gregory, como le llamábamos cariñosamente por su apellido, lo conocí en cuarto de Primaria. Íbamos al mismo colegio. Hasta algunos años después no trabamos estrecha amistad. Desde entonces hasta ayer, en que lo mataron, fuimos íntimos amigos."
"... tras encontrarme con Aléxandros, fuimos a un puesto de chucherías, diez metros más arriba, y compramos algo para comer y dos refrescos... Regresamos después a la zona peatonal de la calle Messolongui para comer y charlar."
"... nos sentamos allí, en la entrada de un edificio, en la confluencia de las calles Messolongui y Tsavela. Hay allí tres balaustradas en la calle donde te puedes sentar. Allí nos sentamos. (En este punto de la declaración muestran al testigo un plano impreso de la zona). Nos comimos aquello que habíamos comprado y de repente, mientras conversábamos, escuchamos un "bam" muy fuerte. Bastante cerca de nosotros, pero también suficientemente lejos como para no saber qué es lo que había pasado. No le dimos importancia..."
"...después de un minuto y medio se escucharon voces de viandantes diciendo "ya baja la pasma, algo ha pasado...". Por curiosidad, Aléxandros y yo fuimos hasta la mitad de la calle Tsavela para ver qué había ocurrido. Vimos, a una distancia de unos quince o veinte metros de nosotros, a dos policías. Se encontraban exactamente en la confluencia de las calles Zodojou Piyís y Tsavela. Uno de ellos era más alto que el otro. Acto seguido se detuvieron en la confluencia de las dos calles... Delante de nosotros no había nadie más. Aléxandros estaba delante de mí y detrás de él, un poco a la derecha, estaba yo. Cuando los policías se detuvieron en el lugar que he dicho, tenían sus manos, no recuerdo si la derecha o la izquierda, sobre las armas que estaban en las fundas que cuelgan del cinturón. Alguien, detras de mí, lanzó una botella de plástico vacía que, naturalmente, no alcanzó a los policías. Olvidé decirles que nada más ver a los policías, éstos comenzaron a insultarnos a Aléxandros y a mí . Nos decían: "os vamos a joder... veníd y os enseñaré quién es el chulo" y otras cosas parecidas. Los chavales que había detrás de nosotros les gritaban "fuera de aquí" y "marchaos al diablo..."
"... al lanzar alguien la botella de plástico, los policías, los dos si no me equivoco, desenfundaron sus armas y apuntaron hacia adelante, es decir hacia el lugar donde nos encontrábamos yo, Aléxandros y el otro, y se escucharon tres disparos seguidos. Olvidé decirles que estoy seguro de que uno de los dos policías sostenía su arma con sus dos manos. Los vi -y estoy completamente seguro de eso- como no apuntaban ni arriba ni abajo. ¡Apuntaron hacia el lugar donde nos encontrábamos y dispararon!"
"... Aléxandros cayó al suelo, al primer o al segundo disparo si no me equivoco, lo cierto es que cayó antes del tercer disparo... Después ya no alcancé a comprender casi nada. La gente gritaba y algunos levantaron la camiseta de Aléxandros. Vi que tenía una herida en medio del tórax y otra más cercana al corazón. Había salido sangre..."
"...todavía les diré que los policías que dispararon, al ver caer a Aléxandros, se fueron. No recuerdo en qué dirección... a continuación llegó el EKAB (Centro Nacional de Primeros Auxilios) y se llevaron a Aléxandros ya muerto. Lo digo porque no tenía pulso y le salía sangre por la boca".
"... lo único que quiero decir es que a Aléxandros no lo mataron. Lo asesinaron a sangre fría."