Pedro Olalla (Imagen: pedroolalla.com)
Hace
tres años que nació EPAM. Se trata, según el escritor, helenista y traductor
Pedro Olalla, quien forma parte de las candidaturas de esta formación para las
próximas elecciones europeas en Grecia, de “un frente popular unitario, no un
partido tradicional, que pretende ser lo más transversal posible”. “Sin
organización jerárquica, ha surgido de la calle y las movilizaciones”, añade el
candidato. Cinco son los puntos básicos de su programa: negación unilateral del
pago de la deuda; nulidad de los Memorandos firmados con la Troika;
enjuiciamiento y procesamiento de los responsables que firmaron los Memorandos
inconstitucionales; salida del euro y vuelta a la moneda nacional; y un proceso
constituyente que incluya la refundación del estado. En síntesis, “recuperar la
soberanía”.
P-
Paro desbocado, aumento de la pobreza y las desigualdades… ¿Cómo observas la
situación económica en Grecia (donde resides desde 1994) desde el punto de
vista de las clases populares?
Las medidas aplicadas
durante estos últimos años constituyen un auténtico fracaso. En Grecia, un país
donde el paro se sitúa en torno al 27% y el desempleo juvenil supera el 50%, y
donde casi una de cada cuatro personas se halla por debajo del umbral de la
pobreza. Tenemos en los últimos años a más de 30.000 personas durmiendo en la
calle, entre cartones. Se han cerrado más de 100.000 empresas y hemos llegado a
perder nociones como “salario mínimo”, jornadas laborales de 8 horas o
“convenio colectivo”. Además, cada vez más gente está dispuesta a hacer cualquier
cosa por un bocadillo; o a trabajar más de un año sin cobrar con la esperanza
de mantener su puesto de trabajo; o renunciar a parte de sus ingresos con el
fin de que se les siga contratando, aunque sea en peores condiciones. Pero hay
un dato que realmente revela la tragedia: en los últimos tres-cuatro años, la
media de suicidios es de más de una persona al día.
P-
¿Qué opinas de la alternativa que plantea la izquierda al panorama que
describes: Alexis Tsipras y la coalición Syriza?
Syriza era en un principio
una coalición de izquierda con un discurso marcadamente distinto al que
presenta ahora. A lo largo de los últimos años, y como consecuencia de su
aproximación progresiva a “tocar” el poder, ha ido haciendo concesiones. Al
final, se ha convertido en una opción no de ruptura sino de continuismo. Es
algo, por lo demás, que dejó bien claro Tsipras en su comparecencia en Estados
Unidos hace unos meses. Dijo claramente entonces que su partido nunca sacaría a
Grecia del euro ni de la UE, y que intentaría negociar la deuda, lo que implica
reconocerla. Pero no sólo eso. Últimamente miembros de su partido, ante la
posibilidad de gobernar, han afirmado estar dispuestos a colaborar con
diputados o miembros del bipartidismo (Nueva Democracia y PASOK), a los que
califican de personas muy valiosas sólo que sometidas a la presión de las
cúpulas. En EPAM tenemos claro que la disyuntiva se plantea hoy entre el
continuismo y la ruptura. Syriza representa el continuismo.
P-
En Abril Grecia firmó un nuevo memorándum vinculado a inyecciones de capital
por parte de la Comisión Europea y el FMI. ¿Qué se esconde tras estas
iniciativas?
Grecia ha suscrito en los
últimos años una serie de Memoranda, cada uno con un nombre diferente (“Plan de
Rescate a Medio Plazo”; “Acuerdo de Préstamo”; “Rescate 1”; “Rescate 2”…). En
realidad, muy poca gente sabe lo que esconden esos Memoranda, y los compromisos
que se han firmado. Además, las leyes se están votando constantemente por
procedimientos de emergencia y muy poco democráticos. Uno de los aspectos
decisivos es que, ya en 2010, cuando se firmó el llamado “Acuerdo de Préstamo”,
uno de los artículos recogía que el tomador del préstamo (Grecia) renunciaba
irrevocablemente y sin condiciones a toda soberanía que pudiera tener sobre sus
bienes, y que pudiera adquirir en el futuro. Esto, que debería podría un crimen
de “lesa patria”, es uno de los artículos del “Acuerdo de Préstamo”. Lo que
después se ha ido firmando son sucesivas revisiones de este mecanismo, para
asegurar sobre todo el cobro de la deuda y el beneficio de los acreedores.
Además, estos Memoranda y cada plazo de los préstamos que se reciben, van
acompañados de una ingente cantidad de dinero que se destinan al
fortalecimiento de la banca, sin que siquiera se pida la galanía de que una
parte de esos fondos se destina a préstamos.
P-
Afirmas que el parlamento griego ha perdido toda legitimidad democrática. ¿Qué
dificultades plantea la ley electoral para un cambio de Régimen?
Grecia es un país gobernado
tradicionalmente por un bipartidismo muy arraigado. Recuerda lo que sucede en
España. El sistema electoral griego tiene como objetivo que el partido ganador
tenga el mayor margen de libertad para gobernar en solitario. Cuenta, de hecho,
con un “bonus” de 50 escaños en un parlamento de 300, lo que implica un empujón
de salida muy fuerte. Éste y otros mecanismos de la Constitución y la ley
electoral han favorecido el continuismo y han impedido que otras voces se
hicieran fuertes para subvertir la situación.
P-
¿Qué respuesta plantean los movimientos sociales al “austericidio”?
En los últimos cuatro años
ha habido en Grecia más de 3.000 movilizaciones (huelgas por sectores,
manifestaciones, protestas…). La mayoría de ellas fueran sofocadas con gases
lacrimógenos. Eso ha llevado a que una parte de la sociedad tome conciencia de
la situación, pero es una parte no demasiado significativa para que las cosas
cambien desde la base. La represión ha generado un estado de inhibición y miedo
en gran parte de la sociedad, que no quiere salir a que le gaseen ni a reclamar
nada; que permanece en sus casas, en una política de aguantar y “sálvese quien
pueda”, que la crisis es como una “nube” que acabará pasando. En todo ello los
sindicatos han desempeñado un papel de “canalizadores” de la situación, a favor
de los intereses del “establishment” y de los partidos en el poder, a los que
han hecho el juego. Han canalizado la indignación mediante manifestaciones
inocuas para el poder.
P-
¿Cómo caracterizarías a las clases dominantes griegas y su rol en la crisis?
Lo que llamamos “crisis” es
realmente un proceso de extorsión y saqueo que conduce a que la riqueza se
concentre cada vez en menos manos. Éste es un problema global, del conjunto de
la humanidad. En el caso griego, se ha visto muy claro que las élites son las
ganadoras con la “crisis”. Incluso hay parte de la clase política que son
acreedores de la deuda pública, que tienen bonos del estado en sociedades de
inversión ocultas bajo el anonimato; a ello se añaden las oligarquías locales,
los griegos que han sacado sus fortunas a Suiza y a otros paraísos fiscales…
Otra de las consecuencias es que Grecia está metida actualmente en el mayor
plan de privatizaciones del mundo. La riqueza del país (puertos, aeropuertos,
infraestructuras de comunicación, empresas de comunicaciones, recursos
minerales…) está pasando a manos de supuestos inversores a precios de ganga.
Las previsiones de 2013 apuntaban que, a través de la “caja de privatizaciones”
(una entidad de derecho privado radicada en Luxemburgo) se esperaban reunir
50.000 millones de euros por la venta de estos activos. A finales de 2013 se
vio que se podía aspirar sólo a 10.000 (y repartidos en cuatro años).
P- También se cita mucho en Grecia las conexiones entre
las elites (políticas y económicas) y la extrema derecha.
Se han establecido
conexiones con el mundo de los armadores, la iglesia, la derecha tradicional,
los grupos oligárquicos…Pero lo que conocemos es sólo la punta del iceberg. Lo
que está claro es que Amanecer Dorado es un partido que ha nacido a la sombra
de Nueva Democracia. Al partido del gobierno, una formación de derecha que
quiere pasar por un partido de centro, le conviene que haya a la derecha un
partido fascista con esvástica. Porque así también se pueden aplicar políticas
fascistas sin esvástica. Muchas de las políticas que actualmente se están
desarrollando desde el gobierno son las propias de un gobierno muy autoritario.
P-
¿Cuál es el discurso dominante en Grecia ante la crisis y los recortes?
Si uno lee en general la
prensa y los canales de información habituales, tiene la impresión de que todo
son éxitos. Es más, este año el gobierno ha presentado un “superávit primario”
de 3.000 millones de euros; y lo ha celebrado a bombo y platillo. También han
anunciado de manera triunfalista la vuelta de Grecia a los mercados
internacionales de deuda, cuando el problema es precisamente que el estado
tenga que financiarse en los mercados. Ahora bien, personas que formaban parte
del servicio estadístico del estado (y que han sido defenestradas) manifiestan
que en realidad hay un acuerdo entre el gobierno y la Troika para el cálculo de
este superávit, de manera que les favorezca. Si los 3.000 millones de euros de
“superávit primario” se hubieran calculado con los mismos métodos que el año
anterior, supondrían un déficit de 19.000 millones de euros. Es más, 1.000
millones de euros han ido directamente al pago de acreedores como parte que les
corresponde por un eventual superávit.
P-
¿Qué antecedentes consideras imprescindibles para comprender la crisis
económica en Grecia?
En 2009, con Papandreu, se
habló del maquillaje de cuentas para que Grecia pudiera ingresar en la moneda
única. Eso se hizo con la connivencia de partidos que llevaban 30 años en el
gobierno. Un maquillaje, por cierto, que se hizo con la colaboración de Goldman
Sachs, cuyo “hombre para Europa” era entonces Mario Draghi. El Gobernador del
Banco de Grecia, y posterior vicepresidente del Banco Central Europeo, Lucas
Papademos, sería el presidente de Grecia impuesto por la Troika. Todo esto da
mucho que pensar. También se está descubriendo ahora que cuando Papandreu metió
al país (sólo con los votos de su partido) en el “Acuerdo de Rescate” (que
implicó la contratación del mayor préstamo de la historia de la humanidad), se
maquillaron las cuentas…Pero a favor de los prestamistas. Se presentó que en
Grecia había un déficit del 15% cuando realmente era del 4,5% (una cifra que se
podría asumir sin ningún problema). Hay que entender, por tanto, que todo el
proceso se pone en marcha para salvar al euro, a los acreedores, y para
experimentar con ajustes muy duros que también se aplican en otros países.
P-
Por último, EPAM plantea la salida del euro. ¿Ves alguna solución alternativa?
La salida del euro es uno de
los grandes tabús dentro de la Unión Europea. Pero realmente el euro es una
moneda en fase experimental, que lleva algo más de diez años de funcionamiento.
No ha representado más que acumulación de capital en el núcleo duro de Europa y
deuda en la periferia. A Grecia se le acusa de falta de competitividad, pero el
país ha perdido un 60% de competitividad en los años que lleva en el euro. El
paro, que no pasaba del 10%, ahora se sitúa en torno al 27%. Antes del euro,
existía capacidad de ahorro. Ahora, por el contrario, se ha disparado tanto la
deuda pública como la privada. Si consideramos la deuda que arrastraba Grecia
desde el final de la segunda guerra mundial hasta el ingreso en el euro, y la
comparamos con la que se produce a partir de la entrada en la moneda única,
veremos que se ha multiplicado por 2,5. Ahora bien, lo importante es que la
moneda no es sólo un elemento de cambio, sino también una herramienta de acción
política. Y, sobre todo, de soberanía. Es cierto que la salida del euro no es la
solución a todos los problemas, pero es imposible que siga habiendo vida para
Grecia dentro del euro. Es necesario regresar a una moneda nacional, avalada
por la economía real del país.
Fuente: rebelión.org