¿Acaso cabe otro mundo en este
nuestro, un mundo todavía más secreto que este mundo misterioso de a diario?
Así lo han visto los ojos del artista, así lo está amparando esta pintura en su
hondo regazo, en su poderoso sueño tenebroso. Es el mundo del mito, una manera
de sabernos que nos ha sido dada en el pozo de los duendes.
Aquí la carne telúrica, casi aún
vegetal, enredada en el suelo, sonámbula en sus pasiones, se debate en la
gruta, tanteando sus sombras. Pero ya tiran de ella ramas vivas, las hojas
ocres, los espacios, para que encuentre norte y cobre altura. Se han llenado
los aires de inflorescencias raras entre un polvo de oro y piel reseca. Nace el
cosmos con la carne a su primer desorden, a su fuego interior, a su sed
deliciosa, a su vida y su muerte. Ha empezado el viaje, ya se ha abierto la
herida, el desafuero, en los cielos y en la tierra. Tanta exacerbada carnalidad,
¿qué razón necesita que no arda en su llama? ¿Llegaremos a saber quién se pregunta,
quién se duele en su asombro planetario?
Ha respondido la belleza, puesto que
reina a solas.
Vicente Gallego
Lo que Michel Koven nos presenta en esta exposición
es un viaje literario a través de los sentidos, en el que la palabra del poeta
–desde Hesíodo a Seferis- cobra forma, color y vida. Un viaje desde la
oscuridad hacia la luz con tantas vueltas como recovecos tiene el laberinto de
la existencia. Del caos y la penumbra que Gaia
enamorada –la madre tierra- va borrando en su fecundo abrazo con Urano –el
cielo-, a la cegadora luz que sale al encuentro de Medea al entreabrir su última puerta. Un viaje misterioso y
apasionante en el que literatura y pintura se funden y donde luchas, pasiones,
locuras y ritos resuenan como un eco desde el fondo de los tiempos. Porque la
riqueza del mito estriba en que si explicaron el mundo hace 3000 años, nueva
sabia los ha ido nutriendo, metamorfoseando y enriqueciendo a lo largo de los
siglos para que sigan respondiendo a las preguntas que cada época les formula. Como
nos dice Roberto Calasso: “Las
figuras del mito viven muchas vidas y muchas muertes, a diferencia de los
personajes de la novela, vinculados en cada ocasión a un único gesto. Pero en
cada una de estas vidas y de estas muertes están presentes todas las demás, y
resuenan.”
Nacido en Nueva York en 1954, Michel Koven vivió en Londres donde estudió arquitectura y
trabajó en el mundo de la publicidad y el diseño. Desde principios de los 90
reside en Valencia. Su pasión por la fotografía empezó durante la adolescencia
y la cámara fotográfica ha sido siempre su más fiel compañera de viaje. Muy
pronto empezó a combinar el trabajo fotográfico con la pintura. Tras una etapa
en la que la acuarela se convirtió en su
medio de expresión, su pintura evolucionó hacia una técnica mixta en la combina
sus dos pasiones: fotografía y pintura.
Los Fotomitos -nombre acuñado por el propio artista para etiquetar su obra-
son fotomontajes con una iconografía de marcado carácter mitológico que recrea
el mundo onírico del que se nutre su
obra.
Tanto en su faceta de fotógrafo como de pintor, Michel Koven ha expuesto en
salas de España, Francia e Inglaterra. Su obra más reciente, producto del
trabajo de los últimos seis años, se presentó por vez primera al público en la
Piers Feetham Gallery en Londres en septiembre de 2011. Su primera exposición
en Valencia tuvo lugar en el Café Berlín en septiembre de 2012.