Durante la década de los años 60 del pasado siglo, las costosísimas bodas de la princesa Sofía con el entonces heredero de la depuesta monarquía española, Juan Carlos de Borbón, y del joven heredero del trono griego, Constantino, con la princesa Ana-María de Dinamarca, causaron sensación en la opinión pública de Grecia y de toda Europa. Los hilos de aquellas brillantes ceremonias estaban manejados a conciencia por la todopoderosa reina Federica, quien describió así en sus "Memorias" la boda de su hija Sofía:
"Era un día soleado y Sofía estaba preciosa. Su traje de novia era un sueño de encaje, y sobre éste, comenzando desde la cabeza y descendiendo hacia abajo, llevaba mi velo, también de encaje... El espectáculo era emocionante. Sobre los novios y los asistentes caían pétalos de rosas que, a través de la luz, parecían copos de nieve".
La boda fue doble: ortodoxa en la Mitrópoli, en el corazón de Plaka, y católica en la catedral de san Dionisio. El doble enlace se decidió después de mantener negociaciones con el Papa de Roma. "Dado que -escribió Federica- Sofía pasaba a ser princesa española, consideramos correcto que se convirtiera también al catolicismo".
Se celebró primero la boda por el rito ortodoxo. Después, Sofía fue conducida hasta la catedral de San Dionisio, donde recibió el bautismo católico. Subió a una carroza dorada en compañía de su padre, el rey Pablo, de la que tiraban seis caballos blancos engalanados con complementos a juego con la carroza. Seguían al cortejo nupcial dos pelotones de caballería sobre corceles grisáceos y blancos. Secciones del Ejército de Tierra y de la Aviación y grupos de colegialas con trajes típicos de Grecia y España se habían dispuesto a lo largo de todo el trayecto entre los templos ortodoxo y católico, que habían sido adornados con 80.000 rosas y claveles.
La propia reina Federica se encargó de invitar a Atenas a todas las familias reales, reinantes o no: 32 reyes y príncipes "en potencia" y 109 depuestos (!!!), además de 3.000 españoles, miembros de la nobleza. Tampoco se quedó sin su invitación un numeroso grupo de armadores e industriales griegos... Se escribió entonces que "los regalos eran tantos, que serían suficientes para que los novios pudiesen vivir en la riqueza el resto de sus vidas". Algunos días antes de la boda, Federica y Sofía regresaban de Londres con 120 maletas con los "regalos de los armadores", según declaró la propia casa real.
La boda se celebró el 14 de mayo de 1962. Desde el 9 de mayo y hasta después de la boda, se organizaron tres recepciones con miles de invitados. El coste total alcanzó los 2.800.000 dólares (una provocación para aquella época) al que siguieron la colecta de la reina Federica para las "jóvenes sin recursos", que se conformaron con una dote de mil dracmas; mientras que la dote de Sofía ascendía a nueve millones de dracmas (unos 300.000 dólares de la época).
Cuando el entonces ministro de Economía, Spiros Ceotokis -fanático monárquico, que dimitió como parlamentario tras el referéndum de 1974 que convirtió a Grecia en una república- presentó en el Parlamento el presupuesto para a boda, tuvo que observar importantes reacciones en contra, tanto dentro del Parlamento como por parte del pueblo. Habían pasado tan sólo cuatro meses desde las elecciones fraudulentas de 1961, con el visto bueno del Gobierno y la Casa Real. Además, hacía ya tiempo que Federica presionaba al primer ministro, Constantino Caramanlís, que finalmente cedió ante las presiones reales y de los propios dirigentes monárquicos de su partido. Como consecuencia, la Lucha Encarnizada que proclamó la Unión de Centro contra la ΕΡΕ (Unión Radical Nacional) por el fraude electoral de 1961, alcanzaba ahora también a la monarquía. En una declaración oficial, la Unión de Centro se pronunció en contra de la dote para la princesa Sofía y propuso un "regalo simbólico"... Diez días antes de la discusión del proyecto de Ley para la dote, tuvo lugar en el Teatro Jatsijristu la primera concentración de las juventudes de la Unión de Centro, con Yorgos Papandreu como principal orador. Papandreu moviliza a los jóvenes en favor de la instauración de la república. Se lanza entonces por primera vez la consigna 1-1-4. Era el último artículo de la Constitución de 1952, que regulaba que su cumplimento "quedaba en manos del patriotismo de los griegos". Al término de la concentración, 4.000 personas, en su mayoría estudiantes, organizaron una maniestación en dirección a la Plaza Omonia con la consigna 1-1-4. La Policía se empleó a fondo para disolverlos, con los consecuentes enfrentamientos y heridos.
El proyecto de Ley para la dote fue aprobado el 15 de marzo de 1962 con la abstención de la Unión de Centro y de la Izquierda Democrática Unitaria.
Sofía se llevó los 300.000 dólares de la dote y la reina Federica vio colmada su felicidad gracias a la boda de cuento de hadas de su hija, sin darse cuenta de que acababa de minar en gran medida la estructura que sostenía a la monarquía helena. El diario francés "Le Monde" publicó entonces: "los reyes de Grecia se han convertido en objeto de una campaña de difamación, la cual precoupa tanto al Palacio Real como al Gobierno". Era el gobierno de Constantino Caramanlís.
Nota:
La presente entrada ha sido escrita en base a este artículo publicado en el diario griego "Τα Νέα"
La presente entrada ha sido escrita en base a este artículo publicado en el diario griego "Τα Νέα"
Biografía de la reina Federica de Grecia
Las "Memorias" de Federica de Grecia