La exposición "Tu propia historia" (Historias personales de la Segunda Guerra Mundial) estuvo compuesta por una serie de eventos
culturales que se desarrollaron entre el 9 y el 13 de noviembre en el espacio cultural “Bensousan Han” en Tesalónica.
Ocho artistas rememoraron los acontecimientos
que vivieron a través de las historias que les contaron sus abuelos y que han
llevado en su interior durante toda su vida. Son diferentes los motivos que han
impulsado este proyecto, aunque el más importante es rendir homenaje a las
personas que en buena medida marcaron su infancia.
El público asistente entró en una
especie de máquina del tiempo que lo transportó al pasado, setenta años atrás,
sobre todo a los años de la Segunda Guerra Mundial y de la ocupación alemana de
Grecia. Allí pudo conocer una serie de historias personales de carácter
autobiográfico que eran tema central de la exposición, cuyo comienzo en el
tiempo se podría situar en la trágica Noche de los Cristales.
Artistas participantes:
Artemis Alcalay - Artista visual
Elli Velliou - Artista visual
Dimitirs Karageorgos - Compositor
Chryssoula Kehagioglou - Cantante
Apostolis Filippou - Artista visual
David Benforado - Artista visual
Eleni Vergeti - Actriz
Lía Koutelieri - Artista visual
David Benforado - Artista visual
Eleni Vergeti - Actriz
Lía Koutelieri - Artista visual
Dirección artística y producción: Elissavet Hasse
Lugar: "Bensousan Han" - Edessis 6 - Tesalónica
APOSTOLIS PHILIPPOU
Proyección del vídeo de Apostolis Philippou
Años de
infancia y de adolescencia en los que Miranda, a la vez que aprendía los
trabajos del campo, enseñaba a las chicas del pueblo a bailar el vals y el
tango con el gramófono que le había robado al barbero. En 1944 llegó la tan
esperada liberación y la familia pudo instalarse de nuevo en Volos. Allí, en
tan solo una semana, enfermó y murió de tifus la pequeña Daisy. Allí conocieron
la noticia de que todos sus familiares, absolutamente todos, habían sido
asesinados en los campos de exterminio. Luego llegó el traslado a Atenas y la
boda de Miranda en 1952
El público asistente pudo conversar directamente con la artista Artemis Alcalay y con su madre, Miranda.
APOSTOLIS PHILIPPOU
Proyección del vídeo de Apostolis Philippou
Apostolis Filippou participó en la exposición ”Tu propia historia” con el relato de la historia personal de su padre, Yannis Filippou. "Era un niño de 11 años -cuenta Apostolis- que vivía en El Pireo
durante el periodo de la ocupación. Para contar su historia realicé un vídeo de nueve minutos
de duración y una instalación que básicamente es la narración de un anciano que me sirvió para componer una imagen de la ocupación en El Pireo. A través de
cierto cinismo y de la dureza de la vida diaria de aquellos años, surge el sentimiento
de un hombre que logró sobrevivir; sentimiento que utilicé como una fotografía
que habla del pasado, un pasado que intenté reconstruir en mi mente. Surgió
también una figura paterna que tal vez había subestimado y a la que ahora decidí otorgar el relieve que merecía".
Cuatro imágenes de las obras de Apostolis Philippou
ARTEMIS ALCALAY
Miranda Alcalay en el vídeo en el que relata su historia
La artista Artemis Alcalay presentó un
vídeo de 20 minutos de duración en el que se relataba la historia de su madre,
Miranda Iosif-Alcalay. Mientras se proyectaba el vídeo, la artista tejía en la
misma sala un suéter de cinco metros, rodeada de varias de sus obras: una cinta
roja tejida a mano como hilo conductor de la narración y tres suéters en los
que podía leerse, siguiendo la característica caligrafía de Miranda; tengo
frío, tengo hambre y tengo miedo.
En el vídeo testimonial de
Miranda Alcalay, aparece también su primo, Zakinos Levis; ambos, junto al resto de su familia, vivieron escondidos en el pueblo de Kapurna de Pilio. Miranda nació en Tríkala en
1929, y era hija de un empleado del Banco Nacional de Grecia fallecido prematuramente. Junto a su madre, Nina, y a su hermana, Daisy, se trasladó a
vivir a Volos bajo la protección de unos familiares. Con el estallido de la
guerra y el bombardeo de la ciudad por los italianos tuvieron que refugiarse
en una fábrica de tabaco para posteriormente, huyendo del hambre y la persecución,
instalarse durante un año en el cercano pueblo de Anakasia.
Zakinos Levis
Con la llegada de
los alemanes las cosas cambiaron. Conocida la noticia de que los Judíos de
Tesalónica estaban siendo deportados a Polonia, la familia entera tuvo que
dejar el pueblo y huir a las montañas cercanas a Kapurna, para vivir junto a los
guerrilleros de la resistencia. Allí el único enemigo común eran los alemanes y
nadie más. Vivían gracias a la solidaridad y protección de los habitantes del
pueblo. Miranda, una niña criada en el seno de una familia acomodada, tuvo que
aprender a hilar, amasar, cortar leña, transportar agua, segar, tejer ropa para
los habitantes del pueblo que a cambio les ofrecían legumbres y miel.
El público asistente pudo conversar directamente con la artista Artemis Alcalay y con su madre, Miranda.
DAVID BENFORADO
David Benforado (Foto: Nelly Tragousti)
David Benforado, artista ateniense residente en Berlín, presentó "El testimonio de Sara Benforado", la conmovedora historia de una mujer que vivió el desarraigo de su familia, fue salvajemente golpeada
cuando tenía veinte años y enviada a Auschwitz, donde consiguió sobrevivir,
entre otras cosas, porque sabía francés y por haber tejido un suéter para
Mengele. La historia se ofreció al público como una narración en forma de monólogo que interperó la actriz Eleni Vergeti.
Eleni Vergeti
Instantánea de la narración de la historia de Sara Benforado
Sara Benforado, como la
mayoría de supervivientes de los campos de concentración, contó detalladamente
a su familia el sufrimiento y el horror que experimentó a diario durante
aquellos años. Falleció en Tesalónica en 2005 y dejó su testimonio registrado
en el libro “Testimonios orales de los Judíos de Tesalónica sobre el Holocausto”,
de Erika Kunio-Amarilio y Albertos Nar, Ediciones Eurasía. (ISBN 978-618-5027-50-6)
ELLI VELLIOU
Imagen en blanco y negro de la instalación "Antonis"
Así nos relata la artista Elli Velliou la historia que dio origen a su instalación titulada "Antonis": "En el año 1944, a la edad de
11 años, Antonis K. quedó ciego y perdió la mano derecha a causa de la explosión de
una mina nazi cuando intentaba traspasar
una alambrada en Atenas. Revisando su bien surtida colección de música, escuché
cassettes que había grabado mi hermana cuando éramos pequeñas. El último
cassette terminaba con el cuento “El príncipe feliz” de Oscar Wilde. Lo
consideré como un mensaje de él para nosotras, y ese cuento constituye la base
de la instalación que presento. Antonis en lo alto, como la estatua del
príncipe feliz, invita a todos y cada uno a convertirse en sus ojos y a ayudar
siempre a nuestros semejantes. (El visitante, a la vez que entra en el espacio
de la instalación, escucha el mismo cuento que grabó mi abuelo de un programa
radiofónico)".
Dos imágenes de la obra presentada por Elli Velliou
DIMITRIS KARAGEORGOS & CHRYSSOULA KEHAGIOGLOU
El compositor Dimitris Karageorgos y la cantante Chryssoula Kehagioglou participaron con una actuación musical, parte de la cual puede contemplarse en el siguiente vídeo en el que, antes de interpretar su canción, la cantante dice: "Caminamos sobre los pasos de otras personas para encontrar una patria. Algunos nos llaman viajeros; otros nos llaman refugiados".
Dimitris Karageorgos & Chryssoula Kehagioglou
"Morena me llaman" (Anónimo, siglo XV)
Lírica tradicional sefardí
Morena me llaman,
yo blanca nací.
Morena me llaman,
yo blanca nací.
De pasear galana
mi color perdí.
De pasear galana
mi color perdí.
LÍA KOUTELIERI
La artista Lía Koutelieri nos cuenta que la obra que presentó estaba "centrada en el cuerpo humano como receptor de violencia, los traumatismos
corporales y los límites del cuerpo. La violencia física fue el arma principal
de los nazis como medio de castigo y tiene como último objetivo la desaparición
final del cuerpo. En mi obra, hay una clara referencia a la violencia física,
que inevitablemente conduce a la violencia psicológica y al traumatismo permanente del cuerpo y del alma.
El enfoque del tema se realiza mediante una confrontación entre el idealismo y
el humanismo alemán. El proyecto está basado en el poema de Paul Celan titulado "Fuga de la Muerte” en combinación con la obra de Caspar David Friedrich, “El
caminante sobre el mar de nubes”. La filosofía alemana se basa en el idealismo.
Los regímenes totalitarios utilizan a menudo las ideas filosóficas más
profundas para servir a sus intereses a riesgo de colocar la dignidad humana en
segundo lugar en beneficio de una "gran idea". Protagonista de mi
obra artística es el testimonio humano de la verdad a través de la narración de
la escritora y poeta Nina Nachmias".
"El medio artístico para la
ejecución del proyecto es la Instalación en un túnel oscuro. Los elementos que
componen la instalación son: radiografías procesadas con técnica mixta sobre
vitrinas iluminadas en el espacio expositivo con acompañamiento de sonido e
imagen".
"Nina Nahmias es una de las víctimas de la
ocupación alemana de Grecia. A la edad de 16 meses fue víctima de la barbarie de los ocupantes.
La herida dejada que la violencia dejó en su cuerpo permaneció indeleble en su
pensamiento y su alma. Nina Nahmias no recuerda mucho de la vida en Atenas en
1940, pero recuerda las consecuencias de la ocupación alemana durante las
décadas que siguieron. Recuerda de la pobreza, el miedo y la amargura de la
guerra civil que siguió a la ocupación. En un momento de ausencia de sus
padres, soldados alemanes entraron en la casa donde cuidaba de ella una amiga
de su madre. Era una niña de tan sólo 16 meses, casualmente de ascendencia
judía. Los soldados la golpearon en la cabeza y cayó inconsciente sobre el
suelo. Los soldados la creyeron muerta y la abandonaron. Algunos médicos
lograron salvarla y su familia intentó
ofrecerle toda la seguridad que se podía proporcionar a alguien en un período
tan difícil de la historia. La incapacidad que le dejó aquel trauma dejó
también psíquica que sigue hasta el día de hoy sin encontrar cura alguna".
“¿Bastan una fotografía y
una declamación despertar recuerdos y para desempeñar una función pedagógica?
Para aquellos que no quieren cerrar los ojos a la verdad ni dar la espalda a la
historia son más que suficientes”.
SONIDOS DEL LEVANTE
Grupo "Sonidos de Levante" (Cortesía de David Benforado)
De entre las actividades paralelas destacó la actuación del grupo musical Sonidos del Levante. Sus componentes, Nikos Tzannis-Ginneroup, Chrisostomos Vletsis y Nikos Varelás, interpretaron canciones sefardíes de Constantinopla (Estambul), Tesalónica y Esmirna.
A partir del siglo XV, en las grandes ciudades de los Balcanes, entonces bajo dominio otomano, se estableció una gran comunicad de judíos de lengua española que, con el paso del tiempo, quedó incorporada a la sociedad otomana en la que la identidad quedaba determinada por la religión. Tal vez por eso se explica que al público griego le resulten tan familiares las canciones sefardíes que unen la tradición musical de la antigua Constantinopla, de Tesalónica y de otras grandes ciudades de la región con la lengua de la España de Cervantes.
Sonidos del Levante presentó diferentes ejemplos de música otomana con letra en español, desde los tsifteteli de las tabernas hasta las canciones de prisión pasando por los cantos del comienzo del Shabbat, las canciones de las trabajadoras de las fábricas de tabaco de Tesalónica o los himnos religiosos que se cantaban en la sinagoga en español; incluso rebético interpretado en ladino, ese dialecto del castellano medieval con elementos del catalán, del portugués o del modo de hablar de Andalucía que es la lengua en la que se canta el flamenco. Canciones que hoy, día a día, van desapareciendo con el cambio generacional de esta comunidad que quedó prácticamente aniquilada durante la II Guerra Mundial.
El jueves 12 de noviembre, el público tuvo la oportunidad de conversar con todos los artistas participantes.
A partir del siglo XV, en las grandes ciudades de los Balcanes, entonces bajo dominio otomano, se estableció una gran comunicad de judíos de lengua española que, con el paso del tiempo, quedó incorporada a la sociedad otomana en la que la identidad quedaba determinada por la religión. Tal vez por eso se explica que al público griego le resulten tan familiares las canciones sefardíes que unen la tradición musical de la antigua Constantinopla, de Tesalónica y de otras grandes ciudades de la región con la lengua de la España de Cervantes.
Sonidos del Levante presentó diferentes ejemplos de música otomana con letra en español, desde los tsifteteli de las tabernas hasta las canciones de prisión pasando por los cantos del comienzo del Shabbat, las canciones de las trabajadoras de las fábricas de tabaco de Tesalónica o los himnos religiosos que se cantaban en la sinagoga en español; incluso rebético interpretado en ladino, ese dialecto del castellano medieval con elementos del catalán, del portugués o del modo de hablar de Andalucía que es la lengua en la que se canta el flamenco. Canciones que hoy, día a día, van desapareciendo con el cambio generacional de esta comunidad que quedó prácticamente aniquilada durante la II Guerra Mundial.
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Ευχαριστώ θερμά όλους τους καλλιτέχνες για την ευγενική παραχώρηση φωτογραφιών, κειμένων και βίντεο.
Εμμανουέλ Βιναντέρ