Tras las huellas de
Heródoto - Antonio Penadés
Editorial Almuzara,
(Córdoba, 2015)
Colección Sotavento
384 páginas - 25,00 €
Uno de mis pequeños rituales de lector consiste en hacer coincidir el comienzo de la lectura de un libro con el día en que entra una nueva estación. Tras las huellas de Heródoto fue la obra que elegí para dar la bienvenida al otoño sin saber que esa era también la estación que su autor, Antonio Penadés, escogió para realizar el viaje que motivó la escritura de su libro. Penadés, historiador, periodista y abogado, es también un apasionado filoheleno que ya nos regaló hace unos años la magnífica novela El hombre de Esparta (Edhasa, 2005) y, más recientemente, los ensayos Cinco miradas sobre la novela histórica (Evohé, 2009) y El declive de Atenas (National Geographic, 2013), obra esta última que, por cierto, me solicitaron algunos amigos griegos y que, naturalmente, les hice llegar con sumo placer.
En Tras las huellas de Heródoto Antonio Penadés nos relata su periplo por las regiones turcas bañadas por el mar Egeo, las mismas tierras que en su día, hace varios miles de años, fueron colonizadas por los griegos y en las que la presencia de una población mayoritariamente helénica se prolongó hasta hace poco más de noventa años cuando, tras la Guerra greco-turca (1919-1922), y mediante el Tratado de Lausana (1923), ambos países acordaron un intercambio de población que obligó a más de un millón de griegos que habían vivido durante generaciones en Asia Menor a abandonar para siempre aquellas tierras y trasladarse a Grecia.
Penadés, antes de dar
comienzo al relato de su viaje, nos habla en la introducción del libro de su
descubrimiento de Heródoto de Halicarnaso y de la fascinación que sintió, a
medida que fue profundizando en la lectura de su obra, por aquel hombre de
origen griego, súbdito de una satrapía persa, considerado el padre de la
historiografía.
Como parece lógico, el punto
de partida elegido por el autor de Tras
las huellas de Heródoto para su viaje es Halicarnaso o, mejor dicho,
Bodrum, la actual ciudad turca asentada sobre la polis que vio nacer a Heródoto. Allí comienza la narración de una
travesía que, ordenada en nueve capítulos dedicados a las antiguas regiones
helénicas del oeste de la península de Anatolia, terminará (con un sorprendente
encuentro incluido) en Estambul.
Con la Historia de Heródoto en la mano, el pensamiento siempre dirigido al
mundo antiguo, la mirada en la Turquía contemporánea y su Renault Clío
siguiendo, en la medida de lo posible, la ruta por la que transcurrió el paso
del ejército del rey Jerjes I de Persia para invadir Grecia, Antonio Penadés
nos presenta el ayer y el hoy de las tierras de Caria, Jonia -todavía hoy,
árabes y turcos se refieren a Grecia como Ionán y Yunaninstán,
respectivamente-, Frigia, Lidia, Eolia, la Tróade, Quersoneso y Bizancio.
En esta su nueva obra
Antonio Penadés entrelaza de forma magistral en su texto la historia,
mitología, religión, filosofía, arte y arqueología de cada uno de los lugares que
visita. Así, si bien toma como hilo conductor de su relato la Historia de Heródoto, no duda en referir
al lector otros hechos históricos anteriores y posteriores a las
guerras Médicas. Quedan, pues, reflejados en el libro acontecimientos que van
desde la colonización griega de las costas de Asia Menor hasta la conocida como
Catástrofe de Esmirna, pasando, por ejemplo, por las guerras del Peloponeso y
de Troya o por la gran campaña que llevó a Alejandro Magno a extender su
imperio hasta las orillas del Indo. Dioses, héroes, filósofos, tiranos, reyes, eunucos,
guerreros, médicos, historiadores, arqueólogos, arquitectos y poetas, entre otros,
desfilan por las páginas de este libro que todo filoheleno debería leer y, sobre
todo, disfrutar. Deliciosas resultan, por ejemplo, las descripciones del avance
hacia Grecia del ejército multicolor y multirracial de Jerjes, una
concentración humana de más de doscientas mil personas; o de los sitios arqueológicos
en los que Penadés guía y muestra con detalle al lector tanto lo que puede
verse como lo que (ya) no se ve. ¿Se han preguntado por qué todos los templos
griegos, desde el más antiguo hasta el más reciente, están rodeados de
columnas? Pues la respuesta la encontrarán en este libro plagado de joyas históricas que
es Tras las huellas de Heródoto.
Pero lo mejor de esta
crónica de viajes, de este excelente ensayo histórico, no es, creo yo, la
gran cantidad de conocimientos y datos que el historiador Antonio Penadés
ofrece al lector; lo mejor de la obra es, en mi humilde opinión, la manera
apasionada y humana en la que el viajero, el hombre Antonio Penadés presenta sus conocimientos y narra la
experiencia vivida. Porque Tras las
huellas de Heródoto es una obra escrita por un historiador, pero también
por un hombre que comparte con sus lectores reflexiones personales, hermosas
puestas de sol sobre el Egeo, miradas nostálgicas a las cercanas islas griegas, el
placer de tomarse una cerveza a la caída de la tarde, lo poco agradable que le
resulta el etno-pop turco al escuchar la radio, o los momentos de angustia que
tuvo que superar para llegar a lo más alto de la Acrópolis de Sardes.
Como buena crónica de viajes,
Tras las huellas de Heródoto también es un retrato de la Turquía actual, país
que sorprendió gratamente al autor por la simpatía y amabilidad de sus gentes (“los
turcos superan a los griegos en facilidad para entablar una conversación”, afirma
en la página 74), a pesar de la indolencia de algún que otro guarda en los
sitios arqueológicos o de las restricciones del ejército turco para acceder a
ciertos lugares.
Tras
las huellas de Heródoto es un libro escrito con pasión, esa
misma que el autor, también profesor de escritura creativa, considera
imprescindible para emprender como escritor cualquier tipo de aventura literaria.
Pasión y entusiasmo que Antonio Penadés contagia al lector desde la primera
página de esta obra que, en estos tiempos en que la cultura clásica anda tan
maltratada, no estaría mal que los profesores de clásicas recomendaran a sus
alumnos. Yo recomiendo vivamente su lectura a los amigos y seguidores de La Pasión Griega. Si algún día me decido
a visitar el legado helénico que se conserva en territorio turco, la llevaré
conmigo para caminar yo también tras las huellas de Heródoto… y tras las de Antonio Penadés.
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Tras las huellas de Heródoto
Presentación en Murcia
20/11/2015 - 19:30 horas
Librería Diego Marín - C/ Merced, 25