lunes, 13 de agosto de 2012

LA CRISIS IMPULSA LA VENTA DE BICICLETAS EN GRECIA



La difícil situación económica de Grecia ha obligado a miles de negocios a cerrar, una de cada cinco personas está en el paro y ha erosionado la calidad de vida de millones de griegos. Pero para el fabricante de bicicletas Giorgos Vogiatzis, no todo son malas noticias.

La crisis ha vuelto a subir a los griegos, cortos de dinero, a sus bicicletas, antaño percibidas como un signo de pobreza o sencillamente una actividad de riesgo, y los fabricantes griegos se están preparando rápidamente.

El alto coste de los impuestos en la carretera, el combustible y las reparaciones está obligando a los griegos a dejar sus coches en masa. Según las estadísticas gubernamentales, el número de coches en las carreteras griegas ha caído más de un 40 por ciento en los últimos dos años. Por su parte, en 2011 se vendieron más de 200.000 bicicletas, un aumento de más del 25 por ciento respecto al año anterior.

La venta de bicicletas, y de equipamiento como cascos o rodilleras, se está extendiendo rápidamente por la capital, llegando incluso a las tiendas de recuerdos de las atestadas calles peatonales en el distrito turístico de Plaka.

"Se están expandiendo como champiñones", dijo Vogiatzis, que diseña y construye bicicletas a medida en su taller de la isla de Rodas.

Ex ciclista de la selección griega, Vogiatzis abrió su negocio a mediados de los 80, combinando su amor por el dibujo y las matemáticas, pero sólo recientemente ha visto una explosión en las ventas de unas modestas 40 bicicletas al año a más de 350.

"No hay más dinero para lujos y eso ayuda", dijo Vogiatzis, que trabaja intensamente con otros dos empleados para cubrir la demanda de todo tipo de bicicletas, algunas profusamente pintadas a mano con colores brillantes y otras decoradas con la bandera de Grecia.

"Hay gente a la que nunca le ha interesado el ciclismo que está comprando bicicletas", añadió. Vogiatzis exporta ahora a siete países, incluyendo Estados Unidos y Alemania, y ha abierto tiendas por toda Grecia, incluida Atenas, donde la competencia es intensa.

Al contrario que los escaparates cerrados de la capital que se han convertido en doloroso recordatorio de la peor crisis del país desde la Segunda Guerra Mundial, los propietarios de tiendas de bicicletas estiman que al menos se abrió una tienda nueva cada mes de 2011.

Vogiatzis se ríe: "Cada vecindario tiene su propia tienda de bicicletas, son como tiendas de kebaps".




Sólo puede ir a más

Con los precios del combustible catapultados por los impuestos a 1,72 euros el litro en julio, una de las tasas más altas de Europa, la cultura de la bicicleta puede tener un gran desarrollo.
"Mucha gente está empezando a verlo como una alternativa", dijo Tolis Tsimoyannis, aficionado al ciclismo que importa bicicletas plegables desde Taiwán.

Tsimoyannis, que abrió su negocio en 2006, dijo que había visto un incremento de la demanda respecto a los dos años anteriores, y muchos de sus clientes eran estudiantes y personas de mediana edad con problemas para llegar a fin de mes. Ahora su negocio ha empezado a decaer, pero no por una caída de la demanda, sino porque abrir muchas tiendas de bicicletas implica que todas se llevan una cuota más pequeña del pastel.

Pero aunque las perspectivas para la economía en recesión de Grecia sigan siendo desalentadoras y muchos temen que la crisis se intensifique aún más en los próximos días, los fabricantes de bicicletas son optimistas y entusiastas con la idea de que el sector de las bicicletas sólo puede crecer.

"Esto sólo puede ir a más", afirmó Tsimoyannis.