Componen la exposición unas 210 figuras procedentes del Museo del Louvre, que dispone de una de las colecciones más completas del mundo. Las piezas que se muestran en Valencia, aparte de su valor cultural y artístico, ofrecen al visitante la posibilidad de conocer los usos y costumbres de la vida cotidiana durante la época de la Grecia clásica.
Estas pequeñas estatuas de terracota policromada deben su nombre de Tanagras al lugar donde se descubrieron de forma casual en 1870, cuando fueron halladas por unos campesinos en los campos y colinas que rodean el actual emplazamiento arqueológico de Grimadha, en Beocia, región al norte de Atenas.
Las Tanagras se convirtieron de este modo en el símbolo de una nueva antigüedad que mostraba, a través del perfil de sus mujeres, jóvenes y niños, la vida cotidiana de aquellos tiempos.
Desde su aparición, las Tanagras se benefician de una publicidad considerable, en especial en la Exposición Universal de París de 1878. Las figuritas se convirtieron en objeto de deseo de los coleccionistas burgueses, quienes se sentían hechizados por la delicadeza de las obras.
Los marchantes atenienses monopolizaron rápidamente el mercado, estableciéndose como únicos intermediarios entre los campesinos de la región y los posibles compradores, e incluso patrocinando algunas exposiciones. El entusiasmo por las Tanagras conlleva, desde 1880, la multiplicación de los participantes en el negocio. En medio de esta fuerte competencia por la adquisición de las Tanagras, el Louvre se convirtió en el primer museo europeo en adquirir estas piezas en 1872.
Centro Cultural Bancaja
Valencia.
Del 29 de marzo al 7 de julio de 2010.