La Sociedad Internacional de Amigos de Nikos Kazantzakis (SIANK) y la Asociación Juvenil Generación Espontánea de Madrid organizan un ciclo cinematográfico dedicado al gran escritor cretense.
El programa es el siguiente:
Viernes 20 de noviembre, 18:00h Presentación por Helena González (Directora SIANK España) Documental: "Nikos Kazantzakis (1883-1957)" Coloquio
Viernes 27 de noviembre, 18:00h Película: "Zorba el Griego" (1964) de M. Cacoyannis Coloquio
Viernes 4 de diciembre, 18:00h Película: "La última tentación de Cristo" de M. Scorsese Coloquio
Lugar: Centro Cultural Pablo Iglesias Paseo Chopera, 59 Alcobendas (Madrid)
La verdad es que tengo reproducciones de las obras de Alecos Fasianós por toda la casa. Desde un calendario de pared con diseños suyos que me enviaron desde Milos hasta varios pins de los Juegos Olímpicos de Atenas de 2004, pasando por mi colección de estampillas griegas de correos, las ilustraciones de las portadas de varios libros (entre ellos, todos los de Kostas Taktsís), el colgante de plata de un begleri o una pequeña bandeja de cristal que adquirí en el Museo Gulandris de Arte Contemporáneo en Andros.
Alecos Fasianós es uno de los artistas más populares del actual panorama de las artes plásticas en Grecia. La autoría de sus obras es fácilmente identificable. Cuando uno ha visto dos o tres de sus creaciones por primera vez, la "marca Fasianós" permanece ya por siempre en la memoria.
Nacido en la capital de Grecia en 1935, Fasianós aprendió violín al mismo tiempo que estudiaba en la Academia de Bellas Artes de Atenas, siendo el conocido pintor Yannis Móralis uno de sus profesores. Participó en el II Salón de Jóvenes Artistas, patrocinado por la Galería de Arte Zygos, en el que obtuvo una mención honorífica.
Gracias a una beca concedida por el Gobierno francés, continúa sus estudios en l'École des Beaux Arts de París, especializándose en litografía. Tras su regreso a Grecia, trabaja para diversas publicaciones, periódicos y revistas.En 1967, como consecuencia de la instauración en Grecia de la conocida como "Dictadura de los Coronoles", Alecos Fasianós, como tantos otros artistas e intelectuales griegos, emprende el camino del exilio y se instala en París.
Durante varios años, el artista griego permanece asociado a la Galería Iolas de la capital francesa y participa en exposiciones internacionales en Atenas, Tokio, Hamburgo, París, San Francisco, Milán, Estocolmo, Múnich...
Aunque en sus primeras obras muestra una clara influencia del "Art Informel" francés, Alecos Fasianós encuentra rápidamente su estilo en la pintura de la cerámica de la Antigua Grecia así como también en el arte popular de la Grecia moderna. Es evidente que la inspiración del artista bebe de las obras de Ceófilos y Tsarujis, entre otros, e incluso de los diseños de figuras del conocido Teatro de Sombras griego.
Alecos Fasianós
Algunas de las obras de Alecos Fasianós se pueden contemplar en la Pinacoteca Nacional de Atenas. Y, por supuesto, no hay que perderse la escultura del artista que decora la estación de metro de Mataxurguío de la capital helena.
Con este pequeño homenaje a Alecos Fasianós me despido por un tiempo de los lectores de La Pasión Griega. Compromisos ineludibles y algún que otro viaje me impedirán actualizar el blog durante las dos próximas semanas.
Hay algunos aromas y sabores que, cuando se nos presentan, nos remiten directamente a los años de nuestra infancia y nos traen a la memoria personas y momentos que tal vez de otra manera no habríamos recordado jamás. Hoy me ha ocurrido algo así a la hora del café (griego, claro), cuando me he dado cuenta de que tan sólo me quedaba una cucharada de kidoni (dulce griego de membrillo). ¿Habéis visto la película "Un toque de canela" o "Πολίτικη Κουζίνα"? ¡Claro que sí! Pues los años de mi infancia transcurrieron más o menos así, entre el colegio y la cocina de la mami María (que no era mi madre sino mi tía abuela, y a cuya cocina acudían las señoronas de la ciudad para que les preparase los dulces para la Navidad, la Semana Santa u otros acontecimientos familiares). Y hoy, mientras saboreaba la última cucharada de ese kidoni que me trajo de Grecia mi amigo Rafa (¡alcoyanos en Atenas!), elaborado por la madre de su novia, Aretí, no he podido evitar cerrar los ojos y verme a mí mismo, con cinco o seis años, con pantaloncito corto y subido en una silla, vertiendo el azúcar sobre el membrillo que hervía en una gran cacerola, mientras la mami María lo removía todo con una enorme cuchara de madera.
La cocina era como un universo en el que uno aprendía casi más que en la escuela. Sí, aprendía uno a colaborar, a sentirse útil; aprendía que todas las cosas son producto de un proceso, de un esfuerzo; aprendía que no todos éramos iguales, que unos obtenían su satisfacción a base del sacrificio de otros, menos afortunados. Aprendí también a ser paciente, a esperar a que la levadura completara su proceso en la masa y a que el pan se enfriase, tras salir del horno, para poder hincarle el diente sin que después me doliera la tripa. Sí, gran escuela la cocina... Los años pasan (¡y pesan!), pero hoy, gracias a esa última cucharada de kidoni, he conseguido regresar a los días de mi infancia y sentir, por unos instantes, que no ha pasado el tiempo.
Dulce de membrillo - Γλυκό κυδώνι
Ingredientes: 1 kilo de membrillos 850 gramos de azúcar 1 vaso de agua (250 mL) 2 ó 3 hojas de geranio francés (αρμπαρόριζα) o en su defecto: 1 ó 2 bastones de vainilla 1 cucharada sopera de miel de flores 1/2 cucharada sopera de zumo de limón 10 almendras peladas y cortadas a la larga por la mitad
Elaboración:
1. Lavamos bien los membrillos y, con un cuchillo, les quitamos la piel, los partimos por la mitad y retiramos los corazones que contienen la simiente. 2. Cortamos la carne del membrillo en pequeñas rodajas finas y rectangulares y las echamos en una cacerola, añadiendo a continuación el agua y el zumo de limón. 3. Lo dejamos hervir todo hasta que veamos que el membrillo se ha reblandecido bastante. Entonces añadimos el azúcar y lo dejamos que siga hirvendo durante un cuarto de hora más. 4. Un poco antes de apagar el fuego, agregamos la miel y las hojas de geranio francés o, en su defecto, los bastones de vainilla. 5. Apagamos el fuego y dejamos todo reposar durante dos o tres horas. Transcurrido este tiempo, debemos comprobar que el sirope obtenido tiene una consistencia gelatinosa. 6. Si vemos que está bien el sirope, retiraremos las hojas de geranio, añadiremos los trozos de almendra y, tras removerlo todo, lo envasaremos en tarros de cristal que, tras cerrarlos muy bien, almacenaremos en un lugar fresco y seco o, mejor, en el frigorífico.
Quiero presentaros hoy el lado más helénico del excelente dibujante e ilustrador español Joaquín González Dorao. Si tenemos en cuenta que vio la luz por primera vez en un lugar tan hermoso como es Cádiz y que pasó sus primeros años entre su ciudad natal y Sevilla, donde estudió Ciencias Biológicas, no nos resultará extraña la forma magistral con que transmite al observador de sus acuarelas la luminosidad del cielo ateniense, la danza de las sombras sobre la blanca cal de las casas de las Cícladas, el encuentro de los azules del cielo y del Egeo o las resonancias italianas de las calles de Corfú.
Plaka
Llegado a Madrid para realizar un curso de Fotografía Profesional, comenzó a colaborar ocasionalmente con editoriales y agencias de publicidad. Tras llegar a ser Director de Arte de una de estas agencias, González Dorao terminó dedicándose profesionalmente al campo de la ilustración y el diseño gráfico como freelance en la capital de España, donde reside actualmente.
Sunio
La vocación artística de Joaquín González Dorao se divide en dos partes: la estrictamente comercial (su trabajo como ilustrador y diseñador gráfico en distintas editoriales y para diversos clientes) y la puramente personal, en la que entran sus acuarelas y sus diarios de viaje.
Ítaca
Apasionado de la acuarela y viajero incansable, González Dorao viaja por todo el mundo con su mochila al hombro y sus acuarelas. Viajes en los que la improvisación juega un papel importante, pues suele decidir sobre la marcha sus itinerarios.
Oia
Fruto de estos viajes son sus memorias en las que combina, en forma de Diarios, las ilustraciones de acuarela y el relato de viajes. Además de Grecia, ha realizado Diarios de Viaje sobre Perú, Mali, Etiopía, Albania, Croacia, Indonesia, Marruecos, India, Turquía, Laos, Camboya, Tailandia...
Greece Travel Diary
Joaquín González Dorao es miembro de la Asociación Española de Acuarelistas y ha expuesto algunas obras en la galería "Supermercart" de Madrid. Ha ganado en dos ocasiones el Concurso Anual de Diarios de Viaje que organiza la agencia Ambar Viajes. En 2005 fue invitado como único representante de España en la VI Bienal de Cuadernos de Viaje en Clermont-Ferrand (Francia).
Corfú
En la página web y en el blog de Joaquín González Dorao podréis conocer con mayor detalle su obra y su trayectoria profesional y adquirir, si así lo deseáis, alguno de sus Diarios de Viaje.