Obra de Constantinos Kyrtís
Recosté
sobre los hombros del silencio la entereza.
Los ojos abrí despacio
al borde de los sueños
y vi que del crepúsculo de la esperanza,
así hondamente grabado por vez primera
en el grandioso deseo de mi corazón,
de un golpe arrancó la mente su peso
y se borró
y se borró de una vez por todas.
Desperté libre
con los ojos abiertos y
taciturno,
con la cabeza de nuevo sobre los hombros recostada.
con la cabeza de nuevo sobre los hombros recostada.
Me miré
en el agua azul marino de mi aurora
que alguna vez bañó la piel en juventud
y vi oscuridad sin fondo
el rostro junto a mi alma.
Me estremecí.
La mirada volví a lo alto
y el cuerpo boca arriba deposité
en los brazos de la tierra.
Me dormí.
Vi las estrellas, la luna, a Dios
y a mí solo
me vi.
[Extraído del libro "Reflexiones en un sacro jardín marino" / "Στοχασμοί σ’ ιερό θαλασόκηπο", edición bilingüe griego-español, traducción de Vasilikí Rouska y Emmanuel Vinader. Editorial Pigmalión (Madrid, 2015)]